Diferente - Eddie Munson

Capítulo 31: Suegra mala

Pasaron las semanas y yo todos los días le ayudaba a Eddie a estudiar, aunque sea una hora en la zona de estudio.

— Pero cariño —le decía una tarde mientras borraba la mala ecuación en su cuaderno— Esto ya te lo sabes

Lo mire seria sin embargo el me miraba con una sonrisa.

— Perdón, estoy algo distraído

— Ya me lo has dicho tres veces, ¿con qué te distraes?

Eddie me dio una sonrisa mostrando sus dientes, luego se acercó a mí rostro y me dio un beso en la punta de la nariz. Sabía a lo que se refería.

— Si soy una distracción deberás conseguirte otro profesor particular

— O profesora...

Lo volví a mirar seria y el me seguía sonriendo burlón apoyando su codo en la mesa mientras sostenía su mejilla con la mano.

— Solo concéntrate —le dije volviendo mi mirada a su cuaderno

— Tienes razón, es importante que me concentre, y si no puedo dejar de mirarte, pues tendré que buscar a otra profesora

— O profesor

— O profesora...

Rodé los ojos y seguí borrando. No me gusta que haga ese tipo de bromas.

De repente sentí que sus manos rodeaban mi cintura haciendo que me sentara arriba de él.

— Es broma, nena —me dijo besando mi hombro— Jamás te cambiaría

Me gire para verle de frente.

— Solo ponte serio

Eddie me dio un beso corto, estaba dispuesta a bajarme de sus piernas pero él no me dejó.

— No, no —dijo volviendo a acomodarme en sus piernas— Así me concentró mejor

Me reí y me quedé en el mismo sitio.

Eddie escribía con una mano y con la otra estaba abrazándome alrededor de mi cintura y yo puse mi brazo alrededor de su cuello pegándome más a su pecho para no estorbarlo al escribir. Me hacía muy feliz que aún tuviera el lápiz que le preste, pero a estas alturas creo que ya se adueñó de él. Al menos está vez si se puso más serio e hizo bien los problemas de matemáticas.

— No, corazón, recuerda los signos —le dije apuntando su error en el cuaderno

— Ah, verdad. Estúpidos signos —se quejó mientras borraba

Estábamos repasando lo último que paso la profesora en clases. Eddie iba muy bien, ya obtuvo una buena calificación en historia y biología.

— ¿Ves?, sólo te equivocaste en los signos —le dije cuando resolvió la ecuación

Lo mire para darle un beso en la mejilla.

— Ese no era el premio

— ¿Desde cuándo hay premios? —pregunté riendo

— Desde que resolví esta mierda —dijo apuntando el cuaderno

— Eddie, no digas palabrotas —le reñí

— Lo siento, olvide que estoy frente a mi princesa —contestó y me beso

— Bueno, es todo por hoy —dije cerrando el libro

— No, un rato más —suplicó

— Pero ya resolviste todos los ejercicios

— Sí, pero no entendí este —dijo apuntado al ejercicio 3