Capítulo 28: Oscuridad

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Seguimos con la pijamada. Eddie parecía mucho más confiado al abrazarme o hacer un gesto lindo conmigo, sin embargo no lo hacía tanto ya que no me quería incomodar y eso se lo agradecía mucho.

Estábamos charlando aún en el suelo esta vez más juntos que antes.

— ¿Te puedo preguntar algo? —me dijo mirándome

Yo asentí sonriendo.

— ¿Qué pasó contigo y Jason?

La verdad me sorprendió un poco su pregunta pero cuando lo pensé bien era lógico que pensara que había o hubo algo entre Jason y yo, además de la forma en que me trataba.

— Cuando entre al grupo de las animadoras me gustaba mucho Jason —comencé a decir

Note que Eddie se puso al tenso, así que tomé se mano y la entrelace con la mía.

— Comenzamos a hablar mucho —continúe— Y no tardó en tratarme diferente, era mucho más amoroso y atento conmigo, era como si fuéramos una pareja, de hecho todos pensaban eso, pero Jason nunca me pidió ser su novia

Suspiré y continué:

— Después llegó Chrissy y él se fue con ella, obviamente me dejó muy mal pero continúe como si nada

— ¿Y Chrissy lo sabía?

— No, ella no sabía nada de mí y Jason porque era nueva en la escuela, además Jason le dijo que no andaba con nadie

— Que imbécil

Me reí

— Esta bien, eso ya pasó —le dije mirándolo con una sonrisa— Además... tal vez se aburrió de mi porque la mayoría de las veces me sentía incomoda cuando me abrazaba, ni siquiera lo dejaba besarme, solo lo hacía cerca de mis labios.

— No fue tu culpa —me dijo serio— Además jugó contigo

— Lo sé...

Eddie me beso en la cabeza.

— ¿Te sientes incómoda conmigo? —preguntó de repente nervioso

Me reí y le dije:

— Eddie, me besaste, y fue más de una vez

Eddie soltó una risa.

— Aun así no quiero que te sientas incómoda, si te sientes así solo dímelo

Me acerque a él y frote nuestras narices.

— Nunca me he sentido incómoda contigo, Eddie

Nuevamente Eddie frotó nuestras narices y yo terminé dándole un corto beso en los labios. Luego apoye mi cabeza en su hombro y sentí como él apoyaba su cabeza sobre la mía.

Nos quedamos así un buen rato, Eddie jugaba con mis manos y yo con sus anillos. A veces me ponía sus anillos a mí y se reía porque me quedaban algo grandes.

— Me gustan tus manos —me dijo— Son cálidas

— Y a mí me gustan tus manos frías —le conteste y él rio

Volvimos a estar en silencio jugueteando con nuestras manos.

Comencé a bostezar varias veces, ya tenía algo de sueño pero no quería separarme de Eddie.

— Ya debemos dormir —me dijo cuándo me pillo bostezando

— No quiero —le dije aferrándome a su brazo

— Vamos, vamos —dijo poniéndose de pie— Te llevaré a la cama

Eddie se quedó serio unos segundos y luego soltó una carcajada.

— Perdón, eso sonó mal —dijo riendo

Me reí mientras me ayudaba a ponerme de pie.

— Ya vi que preparaste mi camita

— Sí, me siento mal que duermas en el suelo —le dije apenada

— No te preocupes por eso, he dormido en sitios peores

Nos reímos y antes de irnos cada uno a su cama, Eddie me dio un beso en la frente.

— Buenas noches, princesa —dijo juntando su frente con la mía

— Buenas noche —le respondí para luego hacer nuestro típico gesto con la nariz

Cada uno fue a su cama, pero Eddie antes de acostarse apago la música y la luz. Rápidamente me acerque a la mesita de noche que tenía una lámpara pequeña que emitía una luz tenue, me daba mucho miedo la oscuridad así que siempre duermo con ella. Sin embargo me altere al ver que no prendía, tal vez sean las pilas. Volví a acostarme algo inquieta e intente dormir sin la luz. Sabía que estaba Eddie aquí así que no pasaría nada malo, sin embargo mi mente no paraba de sobrepensar las peores cosas que podrían ocurrir.

Me daba vueltas y vueltas en la cama y no podía conciliar el sueño. Ya había pasado un buen rato y de seguro Eddie ya se durmió. Aun así estaba muy ansiosa, cualquier ruido pequeño me asustaba y se me aceleraba el corazón. Odio mucho la oscuridad.

Siguió pasando el tiempo y aún no podía dormir, lo intentaba pero estaba asustada y no podía evitarlo.

Rendida me levante de la cama y me acerque a Eddie que por supuesto estaba dormido. Me arrodillé frente a él e intenté despertarlo.

— Eddie... —dije moviéndolo un poco— Eddie

Al parecer tenía el sueño pesado.

— Eddie —lo llamé mientras lo movía más fuerte

Seguí moviéndolo hasta que se despertó de golpe.

— ¿Qué pasó? —preguntó alarmado

— Perdón... —susurre— Es que... no puedo dormir

Eddie se sentó.

— ¿Te sientes bien?, ¿te duele algo? —pregunto preocupado y al somnoliento

— Me da miedo la oscuridad —contesté apenada— La luz que pongo para dormir no sirve...

Eddie se quedó en silencio, probablemente pensando en cómo podía ayudarme.

— ¿Te importaría... dormir a mi lado? —dije al fin

Sinceramente no vi muy bien la reacción de Eddie ya que estaba oscuro, sin embargo me dijo:

— Claro

Volví a mi cama y me metí bajo las sábanas, pero Eddie no lo hizo.

— Me acostare arriba de las sábanas para que no estés incómoda

No sé si vio mi sonrisa pero estaba muy agradecida con él ya que la idea de dormir juntos era un paso muy grande para mí.

Eddie volvió por su manta y regresó a la cama acostándose a mi lado manteniendo su distancia.

— Gracias —le dije

— No es problema, bonita —me dijo

Con Eddie a mi lado me sentía más segura, y aunque debo admitir que me costó un poco dormir, lo pude hacer al fin.

Diferente - Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora