Capítulo XIX

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La respiración de Asher ascendía y descendía de forma calmada en mi pecho, ni si quiera la película que estábamos viendo había llegado a la mitad de su duración cuando noté que sus almendrados ojos se habían cerrado rendidos de sueño. Era agradable tenerlo tan cerca, abrazado a mí torso, me hacía sentir el mejor de los peluches y sobre todo la persona más afortunada del mundo.

Quería agarrar mi móvil para conmemorar aquel precioso momento en quinientas fotos, pero mis manos estaban atrapadas en si cintura y para ser honestos no querían salir de su cautiverio. Todo su cuerpo se movió acomodándose sobre el mio, su pequeña cintura quedó acomodada entre mis dos piernas y sin quererlo ambas empezaron a temblar.

Su sedoso pelo comenzó a rozar mi cuello y mis sentidos entraron en un intenso trance de relajación. Cerré los ojos por un momento y cuando los abrí observé que aquel "momentito" había abarcado dos horas y que afuera el tiempo había empeorado de una manera considerable.

Antes no hacía un tiempo perfecto, pero definitivamente no llovía a mares ni el viento parecía querer arrancar de cuajo los árboles de afuera. Asher abrió los ojos y se estiró, aún estando sobre mí. -Abususjak.

-Me lo tomaré como un hola. -Sus comisuras se curvaron en una sonrisa tonta y apoyó su cara de nuevo en mi pecho.

-Me sientan fatal las siestas, tengo más sueño que cuando me dormí.

-¿Pero tan mal has dormido? ¿tan mala cama soy?

-Para nada, eres más cómodo que cualquier almohada.

-Me alegra oírlo. -El viento sacudió la ventana.

-Joder... menudo temporal para volver a casa.

-Lo dices como si fueras a volver con este tiempo.

-No sería la primera vez que lo hago. -Dijo colocándose a mi lado en la cama y elevando sus hombros.

-Tampoco sería la primera vez que duermes en mi casa, además mis padres no están y a Scarlett le da lo mismo.

-No vengo preparado.

-¿Preparado para qué? Mi ropa es la tuya, mi baño está justo ahí. -lo señalé. - Y en esta cama caben dos.

-Bueno aviseraré a mi madre supongo. -Sonreí satisfecho. Con la señora Parker no habría problema.

Me encantaba la forma en la que le quedaban mis camisetas, terminaban a un palmo de distancia con su rodilla y cabían tres como él dentro de ellas. Se miró varias veces indeciso frente al espejo. -Me gusta el oversize pero creo que esto ya es llevarlo a otro nivel.

-Oh venga, ni te atrevas a decir que no te ves tierno.

-No sé dónde ves tú lo tierno, pero nunca es tarde para comprarse unas gafitas. -Lo abracé por la espalda y acomodé mis brazos en sus caderas.

-Cierra el hocico.

-No...-Comencé a besar su cuello y sentí como por todo su cuerpo tembló.- Ey...

-Admite tu belleza maldito hombre hermoso.

-Ash calla... -Seguí besando su cuello y comencé a cosquillear su torso. -Ay no, no, Ulises...-Su risa se volvió nerviosa. -Au, vale vale lo que tú digas.

-Dilo en voz alta, quiero escucharte decirlo.

-Osh, ya estuvo. -Volví a hacerle cosquillas pero al momento cedió. -Okay me veo tierno.

-Soy el chico más hermoso del mundo.

-Ay ya déjate de mamadas.

-Error, esa no era la respuesta correcta. -Lo cogí en brazos y di vueltas por la habitación.

-No me sueltes, no me suelt...-Caímos desastrosamente sobre la cama. Afortunadamente, las sábanas y los cojines sobre ella amortiguaron el inminente golpe. Comenzamos a reír como dos idiotas, y al fin y al cabo así me hacía sentir. Tan idiota a veces que sentía que Asher era de mis mejores tesoros, tan idiota y asquerosamente hipócrita de recibir tanto amor que me hacía sentir enormemente afortunado. -Ulises... tú y yo ¿qué somos?

Me giré en el colchón para mirarlo. -¿A que te refieres? -Su frase confundió mi mente.

-Pues eso ¿qué somos?, nos hemos besado innumerables veces, mi madre ya nos trata como pareja, a veces siento que lo somos, pero otras veces pienso que sí lo fuéramos alguno de los dos hubiera hablado al respecto.

Y era cierto, prácticamente ya éramos una, pero ninguno había querido hablar al respecto y de manera "oficial" sobre nuestra relación. Era tan complejo el hecho de pensar que lo amaba tanto que simplemente daba por hecho que él lo sabía. -Pues nunca me había dado por pensar en ello.

-Es raro, te quiero tanto y creo que es tan obvio que a veces no siento necesario decírtelo. -Comencé a acariciar su pelo.

-Me pasa exactamente lo mismo.-Dije mientras progresivamente Asher apoyaba su cabeza en mi pecho. -Solo por si no lo sabes... eres lo más preciado que tengo, la persona que hace que mis días mejoren, la persona que quiero que camine a mi lado el resto de mi vida, la persona por la que nunca estuve esperando porque nunca me llegué a imaginar que esto del amor iba a ser para mí. Te amo Asher.

-¿Eso significa que tú y yo?

-Supongo que sí. -Asher se impulsó y se alzó en la cama. Sujeto te mi cara y comenzó a besarla por todas partes.

-Te amo, te amo, te amo, te amo... -Cada vez que lo decía me hacía ascender a una nube.

No lo podía creer, llevabamos un buen tiempo comportándonos como tal pero de tan solo pensar en que Asher era mi pareja me hacía estallar en euforia. -Eres mi novio y eso me hace tan feliz.

-Esto es demasiado bueno para ser verdad, pero parece muy de real, quiero decir, me acabas de llamar...

-¿Novio? por supuesto.

-Es escucharte decir esa palabra y se me acelera el corazón.

-Perdoname novio, sé que es nuevo esto de andar novieando, pero prometo ser el mejor novio que exista entre todos los novios del mundo.

-¿Quieres qué me dé un infarto? además ya eres el mejor sin ni si quiera esforzarte.

Nos acurrucamos el uno junto al otro y pasamos así toda la noche. Como si no existiera nada más excepto nosotros dos. Y sé que puede sonar empalagoso, e incluso puede que habiendo llegado hasta aquí te haya entrado diabetes. Pero sinceramente por mucho que lo intentaba mi amor por él estaba más que expuesto en un tarro de cristal, cada vez más transparente, cada vez más desbordado.

IN THE HEAVEN |BL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora