—No puedo creerlo… —agrega Nezu azotando su frente contra el escritorio. —Alguien tráigame agua azucarada, por favor, toda esta situación es… —susurra con alto estrés sobre su espalda.

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En toda televisión abierta de Japón, en algún canal en especial se desata la intervención de Todoroki Shoto tal y como si fuese alguna especie de declaración de guerra.

Y los ojos azules de Enji Todoroki se abren al máximo mientras apoya sus palmas con brusquedad sobre el escritorio, incrédulo de lo que veía.

Keigo Takami parpadea un tanto preocupado, dejando a un lado su libreta. — ¿Está bie—

— ¡¡¡SHOOOOOTOOOOOOOOOOO!!!

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Shinsou aún enmascarado y apoyado contra un árbol, cierra su cuadernillo una vez termina sus observaciones. La brisa es tan fresca que incluso entra por los espacios libres de la cabeza gatuna acariciando sus mejillas.

—Kirishima, Inasa, Todoroki y Kaminari parecen ser los cabecillas del movimiento. —susurra observando a Todoroki Shoto mantenerse neutral con los reporteros. Entonces desvía su mirada hacia otro extremo. —Por algún motivo, Iida Tenya está amarrado a un par de metros, Uraraka Ochako le ha obligado a comer sin descanso. —añade en un suspiro observando los movimientos bruscos de Tenya por intentar liberarse. —Y aún si me ven un tanto lejano a ellos, nadie se ha atrevido a venir hacia acá. —murmulla levantándose del césped y sacudiendo su traje crema. —Esta situación es definitivamente preocupante. Sin nombrar que por algún motivo ya llegaron reporteros.

Shinsou avanza hacia el caos dispuesto a dialogar. Metros más allá, observa a una chica con un megáfono.

— ¿Me permites? —inquiere extendiendo su diestra frente a ella.

Ashido abre sus ojos maravillada. — ¡Es un hombre gato! — exclama con el megáfono mientras se lo entrega de inmediato.

—Gracias.

Ashido sonríe al instante en que interviene en su camino, saltando frente a él. — ¡Pero así no es como agradecen los gatos! ¡Nya! —añade esperando una respuesta de parte del enmascarado.

Shinsou intenta avanzar, pero ella aún sigue interfiriendo en el camino. Así por un par de veces, repitiendose lo mismo.

El profesor de literatura queda estático por un minuto, observando aquellos ojos ilusionados frente a él. Es entonces que traga saliva, aclara su garganta y se mantiene en silencio.

Es entonces que Ashido comienza a picotear sus costillas con su dedo índice. — ¡Vamos, vamos! No es tan difícil hacerlo. ¡Nya! —añade juguetona.

Shinsou al verse acorralado, con mucha dificultad deja salir una vocecilla. —Miaugracias... —susurra tan débil que apenas y se pudo escuchar.

Ashido ríe y se pega hacia él, con una de sus manos sobre su oreja izquierda. — ¿Ehhhh? No oí nada, más fuerte por favor.

El rostro de Shinsou está tan rojo que inclusive ha comenzado a temblar levemente. —M-miaugracias. —repite esta vez un poco más fuerte.

Los ojos de Ashido se iluminan y de inmediato alza su mano. — ¡Miaudenada!

El de cabellos violetas lanza un suspiro aliviado una vez nota el camino libre y avanza hacia el centro del evento. Por cada pisada que daba, los estudiantes se abren paso curiosos y dejan el ruido de protesta a un lado.

Hasta que el ruido había cesado por completo, todos centrados en el enmascarado que estaba en medio del evento.

Es entonces que posiciona el megáfono sobre su boca mientras su mano libre la guarda en su bolsillo.

¡Ah! Katsuki-sensei ¦Katsudeku¦ Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora