Capítulo 17

1.7K 109 11
                                    

Después de pasarme dos puñeteras semanas castigada sin salir a apagar fuegos con mis compañeros, por fin Tisdale me ha dado carta blanca. Vuelvo a dirigir mi equipo, y la verdad es que me hace falta quemar un poco de adrenalina. Mi vida con Lauren está siendo tranquila, quizás demasiado. Es la perfecta compañera de piso, he de reconocerlo, pero eso no quita que me muera de ganas de llevármela a la cama cada vez que se pone esos vestiditos indecentes que ella llama ropa de estar por casa.

Verónica ha dado gracias a Dios por haberme devuelto mi puesto de trabajo, porque ella no está hecho para mandar, y mucho menos para tener la cabeza fría en una situación de emergencia. Collins ha estado sin dirigirme la palabra todo este tiempo, espero que cuando le dé una orden directa no tengamos ningún problema.

El primero en llegar a la estación esa mañana es Nikky, que me saluda alzando la mano y se va directo a la máquina de café.

—¿Una mala noche? —pregunto.

—Al contrario. —Sonríe—. Ha sido una noche increíble... pero no he pegado ojo.

—Reza porque no haya un incendio importante, o te voy a despertar a hostias por ser tan inconsciente.

—Me alegro de tenerte de vuelta, oficial.

—Espabila, que en cuanto lleguen los demás vamos a empezar a entrenar.

Uno a uno van llegando todos mis compañeros, y después de desayunar los llevo al gimnasio.

—Chicos, mientras no haya ningún aviso, vamos a entrenar. Hoy haremos pesas, tres series de quince repeticiones, y si aún estamos en stand by seguiremos con una carrera. Dos minutos de fondo, un minuto de ritmo vivo y un sprint a tope.

Pasamos gran parte de la mañana entrenando, hasta la hora de comer. Me acerco a Collins y le palmeo la espalda con una sonrisa.

—Novato, ¿por qué no preparas unos macarrones? Me apetece comer pasta.

—¿Y por qué no te los preparas tú sola? —me sorprende diciendo— O mejor, dile a mi hermana que te los traiga, apuesto a que estará encantada de hacerlo.

Inspiro hondo antes de agarrarle del cuello de la camisa.

—La próxima vez que hables así de tu hermana me va a importar una mierda todo, Collins, voy a dejarte sin dientes. ¿Me has oído?

—No sé qué coño le has hecho, Cabello, pero todo esto me huele mal.

—Acepta de una puta vez que tu hermana está conmigo, tío. Déjala vivir su vida.

—¿Con una escoria como tú? Ya lo hice una vez, y mira cómo le salió.

—Ya me tienes harta, ¿te enteras? Más vale que nos dejes en paz, o...

—¿O qué?

—O dejará de importarme que seas el hermano de mi novia.

Novia... ¡Joder qué bien ha sonado eso! Lástima que todo sea una estúpida farsa para que este capullo deje en paz a Lauren, pero quizás algún día sea real. Me marcho al comedor a charlar con el resto de mis compañeros, y Collins se marcha a la cocina sin mediar palabra.

El resto de la tarde pasa tranquila, solo hemos tenido un aviso para sacar a una persona que se ha quedado encerrada en un aseo público. Con suerte nos iremos a casa sin ensuciarnos de hollín. Solo pensar en volver a casa y ver a Lauren con uno de esos vestidos ya me está poniendo cachonda.

—Atención brigada ciento dieciocho —suena la voz de Clary—. Código diez treinta y siete en Bond Street.

Bajamos corriendo hacia las cocheras, donde nos encontramos con Tisdale.

Ardiente Pasión - Adaptación Camren G!PTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon