❝ Mami Mina ❞ || Michaeng [G!P]

𓏲 Capítulo 21

Cuando Yeri salió del colegio aguantó una enorme sonrisa al ver que Mina sí había ido por ella como había dicho el día anterior. Pero lo supo despistar bien y mejor volteó hacia su novia y le sonrió a ella.

Joy le contestó con otra sonrisa y terminó bebiendo de su jugo de naranja que compró en el receso pero la "bruja" de la maestra de matemáticas no le dejó terminar.

— Ahí está Mina — Habló Yeri mientras bajaban los escalones principales.

Joy volteó hacia donde su novia apuntó y de inmediato escupió el jugo, salpicando a uno de sus mejores amigos.

— ¿Mina es ésa Mina de la que hablabas?. — Preguntó la mayor expectante — ¿La escritora famosa que le ha ganado a la escritora de Harry Potter?. Carajo Yeri,¿puedes conseguirme un autógrafo?.

La menor viró los ojos, se despidió finalmente de su pareja escuchando sus gritos de que estaría bien si también le conseguía su número.
Ya estando frente a Mina empezó a mostrarse indiferente

— Hola — Saludó Mina animadamente. — ¿Cómo te ha ido en la escuela?.

— Mmh, supongo que bien.

Myoui ayudó a la menor a quitarse la mochila y la metió en los asientos traseros de su auto, acarició los cabellos sedosos y soltó una pequeña risilla.

— Vamos a comer,elige el lugar que quieras

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Chaeyoung suspiró sentada en la silla frente a su escritorio. Seguía siendo abogada y por más raro que parezca habían personas que llegaban más de tres veces.

— Señora Yoo, ya tiene treinta y cinco años, está casada y tiene un hijo de cinco años.¿Por qué sigue aferrada en comportarse como un adolescente de diecinueve?.

Jeongyeon gruñó molesta desviando la mirada hacia el suelo y cruzándose de piernas, ella no tenía la culpa de que un mocoso, compañero de su hijo, lo molestara. Quería defender a su cría y qué más bueno que golpear al padre del niño.

— Él empezó.

— No, él no empezó. Usted prefirió golpear a un hombre en vez de quejarse con las autoridades del colegio.

— Es lo mismo que le dije — Reprochó Nayeon dando un golpe nada suave en la cabeza de su esposa

— Haremos esto, pospondremos la cita y veré si puedo hablar con la víctima.¿De acuerdo?.

Las dos contrarias asintieron mientras se levantaban de su asiento, y antes de retirarse Nayeon volteó de nuevo hacia la abogada.

— Abogada Son — Llamó y la nombrada dirigió su vista hacia ella — Verá — Rió cómplice — Mi amiga, ya sabe, esta soltera y-.

— Largo de mi oficina — Interrumpió estresada.

— Yo sólo decía — Nayeon volvió a reír nerviosa para ahora si irse del lugar.

Chaeyoung suspiró por milésima vez en el día, ya estaba harta, cansada y más que nada estresada. Así que sacó su celular y marcó el número que no quería marcar tal vez en otros doce años más o hasta que fuera de vida y muerte y su única opción fuera.

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Chaeyoung viajó dos horas hasta la casa de Mina, no iba con otras intenciones más que hablar. Sabía que Mina estaba viendo a Yeri en las salidas de las clases. No sabía si lo estaban haciendo a escondidas pero se sintió herida porque su hija menor no le dijo nada.

Se supone que tenían una buena relación y el que ahora le estuviera ocultando cosas le pegaba tal vez en su orgullo.

Cuando llegó a la enorme casa, viéndola como la récordaba, tal vez con algunos cambios, salió de su auto y se dirigió a la puerta para apretar el timbre varias veces.

Antes, cuando sus hijas eran aún niñas, ella tenía la contraseña de todas las puertas en esa casa, pero suponía que ya tiempo pasado y dadas las circunstancias estas fueron cambiadas.

La puerta fue abierta segundos después dejando a la vista a Mina, quien la vio con una ceja alzada y cuando finalmente la reconoció se sorprendió. Se supone que le había avisado que iría pero suponía estaba dormida o simplemente lo olvidó.

— Chaeyoung— Habló Mina haciéndose a un lado para que la coreana entrara — Pasa, lo siento no recordé que vendrías hoy.¿Enserio ya es dos de marzo?.

— Gracias — Contestó — Y sí, se supone que no tendrías nada que hacer, perdón por ser una molestia.

— No lo eres — Siguió la mayor, caminando detras de su ex novia. Porque a pesar de que se fue sin decir nada, estaba más que claro que ya no eran nada. ¿O si?.

Cuando las dos estuvieron sentadas en el cómodo sillón para tres personas y con una taza de café y té se dispusieron a hablar.

— ¿Por qué no me dijiste que Yeri y tú se estaban viendo? — Inició Chaeyoung.

— Ohh, bueno, sólo nos hemos visto tal vez cuatro veces. Y pensé que ella te lo había dicho.

Chaeyoung negó, cerró los ojos disfrutando del silencio que el bosque le otorgaba.

— Por favor, ya no la lastimes.

— No lo haré — Mina se acercó más a la menor y tomó entre sus manos su rostro. No sabía que estaba haciendo pero arriésgarse no estaba de más.

Chaeyoung tomó con sus manos los brazos de Mina mientras se acercaba más y unía sus frentes. La odiaba, si, pero también la extrañaba. Y no sabía por qué si significa que los años te hacen olvidar, pero para su mala suerte, Son Chaeyoung nunca olvidó a Myoui Mina.

— Perdón — Murmuró Mina, y de respuesta recibió un beso por parte de la menor.

Sus labios empezaron a jugar entre ellos, mordiéndose de vez en cuando. Hasta que por fin Chaeyoung tomó la iniciativa de quitar la blusa roja tinto que Mina tenía puesta.

Pasaban los segundos y cuando las dos estaban solo en ropa interior se dirigieron a la habitación de Mina para seguir con lo que empezaron.

Chaeyoung no supo por qué lo hizo, ella simplemente iba a decirle que no quería que dañara a su hija y tal vez a darle una que otra amenaza. Pero no se pudo resistir estando cerca suyo, porque a pesar de que los años habían pasado, y sus sentimientos cambiado, Mina siempre iba a tener un dominio en ella.

Pero eso ya no le importaba, no estos momentos.