01

327 33 2
                                    

El reloj digital marcó las seis treinta de la mañana, comenzando a emitir la vibración de la alarma

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El reloj digital marcó las seis treinta de la mañana, comenzando a emitir la vibración de la alarma.

El rostro de Taehyung se arrugó, un día laboral más iniciaba. A duras penas movió la mano hasta la mesa a un costado de su cama para darle un toque a su reloj y que este dejara de sonar.

Estiro un poco los brazos, antes de sentarse por completo en su cama. Miró a su costado, la silueta de la espalda desnuda de aquella mujer que desconocía el nombre sobresalía de entre sus sábanas.
Sin mucha importancia se levantó, pensando que había sido claro la noche anterior, ella debió haberse marchado desde la noche anterior, pero ahora no tenía tiempo de reclamos.

Avanzo hasta su guardarropa, para elegir un traje y tenerlo listo para después de darse una ducha. Tenía exactamente treinta minutos para esto y así salir a tiempo de su apartamento, llegar a su oficina, tal y como lo era todos los días. Claro que hoy sumamos el hecho de sacar a aquella mujer que conoció en aquel bar antes.

Era el perfecto director de Relaciones públicas de las empresas Bu Seong. Siempre puntual, siempre presentable, dedicado al 100% a su trabajo, Kim Taehyung era un ejemplo de disciplina. Desde su llegada a Seúl se ha dedicado a ser el mejor y lo había logrado, su éxito no era más que fruto de su arduo trabajo.

Fuera de la vida laboral, era el perfecto casanova, un hombre demasiado apuesto, de buen parecer para su edad, a sus casi cuarenta años, no se ha casado, no ha tenido hijos, no ha llevado una relación amorosa sería, todo se resumía en casuales acostones con mujeres que conocía una noche en algún lado o simples conocidas a las que les dejaba muy en claro que esto se trataba de solo un momento.

Su vida se resumía en eso, no había nadie más en ella y se sentía cómodo con ello. No había distracciones que se interpusieran, su familia estaba en Daegu, había perdido ya la cuenta de los años que habían pasado desde la última vez que los vio y, a decir verdad, no importaba tanto, su vida era perfecta tal y como estaba.

No iba a mentir, hubo un tiempo en el formar una familia estaba en sus planes, pero eso quedó atrás, no siendo más que una pérdida de tiempo más.

Estaba cómodo en aquel Pent house, con un alto puesto en una prestigiosa empresa, siendo exitoso sin mucho movimiento en su rutina, esa era su vida y no pensaba en cambiar algo ella.

Ese era su parecer.

Termino de acomodar su fina corbata color vino que sentaba con ese traje gris acero, su porte era indispensable, no había manera de decir que Kim Taehyung no era un hombre atractivo y de buen parecer.

Su celular vibro avisando una llamada entrante.

– Si, Namjoon, voy para ahí – dijo sin mucho interés. Tomo su maletín y las llaves de su auto antes de salir del apartamento y llamar al personal de limpieza.

– Asegúrese que se vaya sin nada más que con lo que vino.

La mujer de limpieza asintió después de una reverencia.

Change My Mind (TAEKOOK)Where stories live. Discover now