Amantes

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Infidelidad (de Tweek y Craig a sus esposas)
Contenido sexual explícito

Tweek Tweak y Craig Tucker trabajaban en la misma oficina. Una gran considencia teniendo en cuenta que no se veían desde que habían dejando South park para ir a estudiar a la Universidad.
Ambos ya estaban casados, pero no me mal interpreten, no estaban casados entre ellos. Cada uno tenía su esposa, a la edad de 42 también ya tenían a sus hijos y las pertenencias básicas de una persona con un hogar y trabajo estables. Tenían sus vidas ya contruidas, el problema es que no se sentían satisfactorias.

El matrimonio Tweak era un desastre total, se casaron demasiado pronto y el bebé no tardo en llegar, así que terminaron en un atado en el que no se divorciaron solo por el niño. Fingian tener el matrimonio perfecto delante de su pequeño, pero cuando este salía de a la escuela, el hogar era solo un ring de peleas y gritos. Tweek ya no veía a su esposa como su mejor amiga, su querida compañera y su más grande confidente. Ahora era solo un enemigo el cual estaría listo para atacar en cuanto tuviera la oportunidad ¿Y su hijo? No iba a decir que no lo quería, pero si tuviera la oportunidad de volver al pasado eh impedir su nacimiento probablemente lo haría sin pensar lo dos veces, solo por ese pequeño es que sacrificaba su poca salud mental.

Por otro lado el matrimonio Tucker ya estaba desgastado, admitirían que alguna vez se amaron y que realmente estaban dispuestos a estar juntos para siempre. Pero las cosas no eran como antes, de los 25 años a los 42 años los cambios eran más que notables y se podría decir que ya no se reconocían entre ellos. Ya no eran esa persona de la que se habían enamorado, no se querían divorciar porque estaban pegados a la ilusión de que aquella persona de la que se enamoraron a los 25 años volviera a aparecer luego de 17 años.
Aparte de los Tweak, los Tucker no usaban a su pequeña como excusa para no separase. La amaban más que nada y no serían capaces de culpar la de su mal matrimonio.

Y así como los dos matrimonios estaban cansados y desgastados, la intimidad en la cama no era para nada buena. Mientras los Tweak se peleaban por quien dormía en la cama y quien en el sillón, los Tucker simplemente dormian dándose la espalda, ignorando completamente la existencia de otro y claro, para personas como ellos que aún tienen la oportunidad de ser sexualmente activas esto empezaba a suponer un problema. La acumulación de estrés y baja autoestima no eran simples bromas y ya les estaba cobrando la cuenta.
Ninguno de los dos alguna vez siquiera pensó en la posibilidad de acostarse con un hombre, nisiquiera se les pasó por la cabeza que se sentiría tan bien.

Todo sucedió en una fiesta organizada por la empresa. Se suponía que sería algo simple, pero tener a muchas personas encerradas en un cuarto con alcohol no es la mejor idea y depues de la una de la mañana aquel salón alquilado tenía un ambiente enteramente de fiesta, algunos bailado, otros sentados tomando, por ahí alguna jugando juegos de apuesta, especialmente los trabajadores más jóvenes encendían más la emoción, a diferencia de los trabajadores más viejos que ya se querían devolver a la casa a tomar una siesta.

- agh, ya me duele la cabeza... - dijo el rubio poniendo una mano en su frente, el ruido estruendoso más el alcohol que había consumido no le estaban haciendo bien.

- ¡¿Que dijiste?! - pregunto el pelinegro la música no lo dejaba escuchar nada.

- ¡Que me duele la cabeza! - repitió el rubio

- ¡¿QUE?! - después del segundo "que" el azabache fue jalado del brazo fuera del lugar.

- agh ahora si. Te decía que ya me duele la cabeza, que me quiero ir a casa.

- aaah, si! Yo también, vamos? Te llevo - invito el azabache mientras caminaba a su auto. Tweek tenía su porpio auto, pero su esposa lo uso para ir a ver a sus amigas.

One - shorts (Creek/Twaig)Where stories live. Discover now