Espera

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‼️
Suicidio
Muerte implícita

Era otro domingo como cualquier otro, el día está parcialmente soleado, los pinos estaban llenos de nieve al igual que el suelo con las calles escarchadas, un día más o un días menos dependiendo de como se mire.
Apesar del día brillante el rubio prefería estar encerrado en su cuarto con las cortinas cerradas, sentado en su cama, viendo directamente a la puerta de sus aposentos, esperando.

¿Que estaba esperando? Una falsa ilusión.

Domingos, eran los días en los que la pareja favorita del pueblo se juntaba, para nada especial o especifico, solo un día a la semana en la que considian libres para pasar lo como quisieran. Eran sus últimos años de escuela, no es que estuvieran ocupados el 99% del tiempo. Pero era común que estudiarán casi todo el día, cuando no estudiaban las salidas eran con mas amigos a fiestas ocasionales, también trabajaban a medio tiempo para conseguir dinero suelto para gastar en lo que sea. Así que los domingos eran sus días sagrados para estar ambos tranquilos, lejos de cualquier inconveniente.

El rubio anelaba que su pareja entrara por esa puerta en cualquier momento, que lo abrazara y besara, que empezarán a hablar de lo que sea o a jugar alguna cosa, tal vez ver una película, no pedía tanto, después de una semana tan pesada quería regocijarse en los brazos de su novio y quedarse ahí hasta que la calma lo consumiera dejando lo en un sueño profundo.

Pasaban las horas y el azabache no aparecía, las ojeras de Tweek se hacían cada vez más pesadas, nos solía ser alguien somnoliento pero su mente no estaba distraída en nada, no divagar en pensamientos distintos a la llegada del azabache, tampoco quería pensar en el porqué este no llegaba, ya sabía la respuesta, pero se rehusaba a seguir repitiendo la en su mente, solo quería hundirse en la falsa ilusión de que el azabache si llegaría, que solo había tenido algún problema, quizás olvido terminar algún deber, tal vez sus padres le pidieron que hiciera algo, salir de compras, ordenar su cuarto, sacar la basura, lo que sea, pero no podía haber más razones que un simple retraso.

Tweek no se movía mucho de su lugar inicial, aveces iba al baño o cambiaba de posición cuando se le acalambraban las extremidades, nisiquiera acepto cuando su madre le dijo que ya era hora de cenar, no tenia apetito, últimamente comer no era una necesidad. Su única necesidad era que Craig entrara por esa puerta.

Las 12 del día se volvieron las 12 de la noche y el Domingo se volvió Lunes. Las mejillas del rubio se empaparon de lagrimas al no haber vuelto a ver a su amado.

Era miércoles, 9 de la mañana en la secundaria municipal southpark. La pareja favorita del pueblo estaba en los pasillos hablando animadamente sobre que harían ese domingo, tal vez era algo temprano para hacer planes, pero como esa semana estaba algo ocupada no querían desperdiciar ni un segundo. El panorama era simple pero suficientemente satisfactorio para ambos.

Sería en la casa del rubio, hace poco había salido un gran juego de una saga que les encantaba y no dudarian en probar lo, ambos habían puesto dinero para comparar algunas frituras, Craig se quedaría a dormir y pasarían la noche viendo las estrellas, según Craig esa noche se podría ver el eclipse de la luna roja, un momento especial, perfecto para apreciar la belleza de el universo, luego podrían dormir acurrucados hasta el amanecer. No dudaban que por entre la tranquilidad de la noche se les escaparian las ganas de sentirse y unirse en un acto que para ambos significaba mucho más que satisfacción sexual.

- Entonces a las 12 en tu casa? - pregunto el azabache asegurándose de la información.

- Sisi, lleva tu mando, yo rompí accidentalmente el otro que tenia en mi casa - dijo el rubio bajando la mirada para no admitir que se enojo jugando y lo rompió de un golpe.

One - shorts (Creek/Twaig)Where stories live. Discover now