02

2.3K 337 49
                                    

Sunoo se integró al nuevo grupo de amigos con rapidez, de hecho fueron los mismos chicos quienes lo ayudaron a mudarse a su nuevo departamento, pues sí, Sunoo se estaba recién mudando a la ciudad para poder entrar a la universidad, y para estar más cerca de sus mejores amigos, quienes vivían ahí. 

—¿Dónde dejo esto? —preguntó Sunghoon, quien llevaba en sus brazos tres cajas apiladas, cajas que Sunoo había sido incapaz de cargar por su cuenta 

Sunoo recorrió el lugar con la mirada y apuntó un lugar del salón, donde el mayor dejó las cosas, estirándose luego de hacerlo, pues él y Sunoo llevaban la tarde completa descargando las últimas cajas, aquellas que ellos y sus amigos no habían tenido el tiempo de descargar el día anterior, y que los chicos no habían podido ayudar a llevar aquel día pues la mayoría, a excepción de Sunghoon, tenían cosas que hacer

—No sabes cuanto te agradezco por tu ayuda hoy, Sunghoon, realmente no hubiera sido capaz de subir todo esto solo, estaría muerto —agradeció al chico, sonriendo al mismo con calidez, recibiendo una sonrisa igual de cálida de su contrario, quien soltó una risita

—No hay de qué, Sun —respondió, secando el sudor de su frente. Aquel pequeño gesto le permitió al menor notar lo cansado que su casi amigo estaba, por lo que no muy seguro se atrevió a hablar

—Yo sé que el departamento no está en su mejor estado aún, pero... —pensó bien sus palabras, teniendo la atención de su contrario puesta absolutamente en él —podrías quedarte un rato más, yo podría... pedir algo para comer como una forma de agradecerte todo el esfuerzo. ¡Solo si tienes tiempo, claro!

Sunoo no era un chico que invitase a otros a comer, usualmente si comía con alguien era con Jungwon, o Heeseung, y usualmente eran ellos quienes lo invitaban a comer, o en su defecto se invitaban a si mismos a comer en casa de Sunoo, pero Sunghoon había ido a ayudarlo todo el día a cambio de nada, se notaba cansado y probablemente estaba hambriento, además era muy amigo de Heeseung, así que era buen tipo, no tenía nada de malo invitarlo como agradecimiento, ¿no?

Sunghoon pareció pensarlo un par de segundos tras mirar la hora en su celular, luego regresó la vista a Sunoo y asintió con una pequeña sonrisa —La verdad, muero de hambre, así que te lo agradecería muchísimo

Sunoo sonrió aliviado de que su amistosa invitación no haya sido rechazada. Sunghoon cerró la puerta del departamento y sacó las cajas que habían sido dejadas sobre un gran sillón que habían subido el día anterior entre él, Heeseung y Jay, mientras Sunoo pedía desde su celular grandes porciones de comida para ambos. A la media ahora ambos comían con ganas y hablaban animadamente en el proceso, pretendiendo aprovechar la oportunidad para conocerse un poco más, después de todo compartían circulo de amigos, y asistían a la misma universidad, así que ser amigos parecía como una buena idea

—Sí, sigo siendo competidor hasta el día de hoy, simplemente ya no participo en competencias internacionales, pues no me da el tiempo, quiero acabar mi carrera, el patinaje no será para siempre —había sido uno de los temas de conversación

Ninguno recordaba como había salido el tema a conversación, pero habían terminado hablando de como Sunghoon había hecho patinaje toda su vida, sobre como probablemente había aprendido a patinar antes que a restar con cuatro dígitos

—¿Has escuchado "no se habla de bruno" alguna vez? —Sunghoon asintió —pues así mismo, pero con mi madre —explicó el chico, logrando que incluso siendo un tema tan tenso, Sunghoon soltase una risita 

Ese había sido otro tema, Sunghoon había preguntado a Sunoo cómo se sentían sus padres por él haberse mudado tan lejos de su antigua ciudad, le había dicho que su padre estaba más que orgulloso de que se haya mudado para seguir sus sueños, y cuando el mayor ha preguntado por su madre, Sunoo ha sentido que esa era la forma más cómica y menos incómoda de expresar que su madre estaba, básicamente, fuera de su vida

La noche finalmente había caído y la comida, por más que fuese, se había acabado, pero ambos chicos se encontraban echados en el sillón del menor, conversando de sus vidas, hablando como si fuesen viejos amigos que necesitaban ponerse al día con lo que les ha pasado desde la última vez que se vieron

—Entonces... El día que jugamos verdad o reto dijiste que tenías... —batalló por encontrar la palabra, pero no lograba recordar el nombre

Por suerte Sunoo pareció entender de inmediato —¿Sinestesia?

—¡Eso!

Sunoo soltó una risita y luego asintió —Efectivamente, "siento el sabor de las personas" —hizo exageradas comillas con sus manos en el aire, esperando que quedase en claro que aquello era una expresión y no algo literal, pues de lo contrario podía sonar incluso más raro de lo que era 

—Eso suena tan curioso... ¿Alguna vez alguien llega a tener mal sabor o algo así? —Sunoo de inmediato asintió, sin siquiera dudarlo

—Mi madre sabía a tabaco, mi última pareja sabía amargo, como la parte quemada de las tostadas, ambos siempre tuvieron ese sabor, y ambos terminaron sin ser las mejores personas del mundo

Miró sus manos y luego soltó una pequeña risita, la que aunque en principio sonaba algo triste, también podía llegar a sonar casi como si esta contuviera nostalgia. Sunghoon no se atrevió a buscarle explicación a aquellos gestos, y simplemente se dedicó a escuchar lo que Sunoo aún tenía por decir

—Ahora suelo contarlo como instinto y prefiero evitar personas que dejan un mal sabor en la boca 

Y otra vez, aquella duda que Sunghoon había logrado apartar de su mente hace días había vuelto y con más fuerza que antes. Las palabras de Sunoo lo llevaban a asumir que no tenía un mal sabor, pues de lo contrario no estaría ahí, pero ¿él también tenía un sabor? ¿A qué sabía?

El mayor dudó por unos segundos, no sabía si preguntar sería apropiado, pero finalmente concluyó que tan malo no podía ser, después de todo Jake le había preguntado noches atrás, y Sunoo no parecía incómodo con la respuesta

—Oye, Sunoo... ¿Qué sabor tengo yo?

El chico iba a responder, pero luego pareció caer en cuenta de algo. Guardó silencio, luego abrió la boca para responder, pero ninguna respuesta fue dada, en su lugar el chico soltó una risita boba, como una risa nerviosa, y luego volvió a intentar hablar

Sunghoon lucía confundido por la reacción, ¿había preguntado algo raro? el chico no lucía incómodo, eso era bueno ¿no?. Pero parecía nervioso, altamente nervioso, sus risitas y la forma en la que abría y cerraba la boca, incapaz de formular una frase coherente lo delataban. ¿era un nerviosismo del bueno, por lo menos?

—Bueno... Tú... Es tarde, está oscureciendo, no quiero que llegues tarde a tu departamento, te puede pasar algo ¿no crees? Muchas gracias por ayudarme el día de hoy, no sabes cuanto lo agradezco. Pasado mañana comienza el semestre y estoy seguro que ambos necesitamos descansar —sunoo se levantó del sofá mientras hablaba realmente rápido, mucho más que de costumbre, y tomaba la mano de Sunghoon para que este se levantase también, y así, tomándolo de su mano, lo arrastró gentilmente hasta la puerta. Soltó la mano del chico y besó su mejilla de forma amistosa —Espero verte de nuevo el lunes, Sunghoon, en serio, porque realmente me agradas mucho. Nos vemos 

Y dicho todo aquello en un lapso temporal de no más de un minuto y medio, hizo a Sunghoon avanzar hasta que estuviera fuera del departamento. Sunghoon no sabía en qué momento había abierto la puerta, pero ahora también la había cerrado frente a él, provocando que esta misma los separase

—Nos vemos, Sun —tartamudeó casi en un murmullo, aunque ya no tuviese al menor en frente

El mayor se quedó estático frente a la puerta, incapaz de procesar aún todo lo que su pregunta, según creía, había generado. Se había quedado estático, de hecho, el tiempo suficiente para escuchar la voz de Sunoo decir "Jungwon, SOS" a través de la puerta, y como el amigo que ambos compartían contestaba desde el otro lado de la línea, y sí, ese fue su señal para finalmente volver a su departamento, aún sin saber muy bien qué había pasado



Synesthesia - SungSunOnde histórias criam vida. Descubra agora