Fanfics Morgan James

Dolor

Todo estaba mal en la mansión Morgan James. Luego de lo sucedido habían caído en un estado en donde ninguno ni si quiera se miraba a los ojos. No habían hablado bien, y cada uno se mantuvo en su mundo.

Ninguno de los tres estaba bien.

Hoy era el día cuatro, primer día en donde Owen se levantaba de su cama y salía de su habitación para dirigirse a la habitación de sus padres.

Respiró profundo y se pasó las manos por el rostro antes de tocar la puerta suavemente. Al escuchar un muy bajo Pasa, abrió la puerta con cuidado. Ahí la vio. Su madre se encontraba sentada en la cama con su espalda recostada en el respaldar.

En cuanto Rachel vio a su hijo le intentó dar una sonrisa, pero esta no duró más de dos segundos en su rostro. Sus ojos estaban muy rojos e hinchados. Sabía que no había parado de llorar en estos días.

Se sentó junto a ella para darle un beso en la frente.

—¿Cómo te sientes? —preguntó— Sé que es una estúpida pregunta pero...

—No, tranquilo. —ella tomó aire y pasó su mano por la mejilla de su hijo— Estoy... intentando sobrellevar esto. —sus ojos se llenaron de lágrimas pero las retuvo— ¿Cómo estás tú, amor?

—Igual. —suspiró — Solo... no puedo creer que ya no esté. —se quedó callado por unos cuantos segundos— ¿Viste o hablaste con...?

—No quiere hablar. Lo intenté pero no quiere decir nada.

Owen abrazó a su madre cuando esta comenzó a llorar. Estos días y los que vienen no serían fáciles para ninguno de la familia.

Hace una semana atrás habían salido los cuatro a pasear, sólo quisieron distraerse un poco del trabajo, de la academia, los entrenamientos. Todo iba bien. Hasta que un auto a máxima velocidad impactó contra ellos sacándolos del camino.

Sólo Rachel y Owen despertaron a las pocas horas en el hospital. Y la primera noticia que recibieron al preguntar por los otros dos integrantes de la familia los destrozó por completo. Uno seguía inconsciente, el otro había perdido demasiada sangre pues el auto le dio más fuerte y ni si quiera había llegado con vida al hospital.

Rachel cayó de rodillas al suelo sin reaccionar del todo. Y al igual que ahora lo estaba haciendo, lloraba siendo abrazada por su hijo.

—Tengo que buscar la manera en la que reaccione... —habló— No puede seguir así, necesito que... —tomó aire para aguantar el llanto— Necesito que por lo menos diga algo.

—Superarlo no será fácil para ninguno, mamá.

—No creo que algún día superemos esto amor. —murmuró— El dolor que estoy sintiendo es uno que no se puedo describir.

Besó la mejilla cariñosamente de su hijo y lo miró a los ojos.

—Pero no puedo dejar que tu padre se torture de esta manera para siempre.

Luego de salir del hospital y luego del entierro de la primogénita de los Morgan James, Christopher se había encerrado en su oficina haciendo nada. Simplemente se encerró y no habló con nadie.

Su esposa intentó hablar con él, pero su mirada estaba ida y ella dudaba que la estaba escuchando.

No había comido. No había dormido.

En él sólo había dolor y coraje...

Un estado de donde nadie pudo sacarlo...

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• Dejo esto por aquí y me retiro lentamente...

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