Mundo alterno en donde Christopher y Rachel pudieron estar con sus hijos sin ninguna guerra.
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Once meses habían pasado desde que los mellizos Morgan James llegaron al mundo.
Eran los niños más esperados por su familia, en especial por sus padres, quienes cada nada los consentían con lo que fueran.
Ahora estaban en la sala de su hogar. Owen jugaba sentado con unos carritos, mientras que Milenka era peinada por su madre, o bueno, se hacía el intento. Ella no dejaba de moverse y Rachel quería ponerle su lazo del cabello bien.
—Amor, por favor. Ya estate quieta. —intentó por última vez, pero cuando lo puso había quedado de lado, no como quería. Se lo terminó quitando.
Rachel se levantó del suelo en donde estaba sentada con su hija, la dejó a ella con su hermano y dejó el cepillo y lazo en la mesa, será para otra ocasión.
Se volteó a donde sus hijos otra vez y abrió muchos los ojos...
Mientras tanto, Christopher Morgan estaba en su despacho revisando unos documentos. El ministro tendría que irse a unas reuniones en unos días y estos papeles eran importantes de revisar, aunque le dieran dolores de cabeza.
De repente, el grito de su esposa lo hizo parar.
—¡Christopher! —la escuchó— ¡Christopher, ven por favor!
Él se levantó con el ceño fruncido. Salió de su despacho y se apresuró a llegar hasta la sala de su casa.
—¿Qué te pasa, demente? —dijo en cuanto la vio en el suelo con lágrimas en los ojos.
—Siéntate. —pidió Rachel. Ella sujetaba a su hija quien estaba sentada en su regazo.
—¿Qué? No.
—¡Ya siéntate! —sonrió— Déjame mostrarte algo.
El ministro rodó los ojos y terminó sentado y recostado sobre la pared. Rachel sonrió, tomó a su hija y la puso de pie, todavía sujetándola.
—Mira amor, allá está papá —señaló al hombre— Ve con él, anda.
Milenka estiró sus bracitos emocionada al ver a su padre. Rachel la soltó suavemente y...
En ese instante, comenzó a dar pasos torpes pero seguros hasta donde se encontraba su padre, quien al verla caminar rápido se le formó una sonrisa.
—P-api. —balbuceaba.
Llegó hasta donde Christopher estaba, lanzándose a sus brazos cuando ya no quizo estar de pie. Él la atrapó rápido antes de que tocara el piso.
Rachel se apartó las lágrimas de sus ojos.
Pero volvieron a salir mucho más cuando sintió las manos de su hijo en su brazo, él, al igual que su hermana estaba de pie.
—Están caminado amor, nuestros bebés ya caminan...
Rachel y Christopher de voltearon a ver a los ojos, ambos estaban sonriendo.
Sí, estos eran los momentos que se imaginaban durante el embarazo, lo estaban viviendo, y les encantaba.
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¿Lloré? Sí.
¡Ellos merecían pasar esos momentos! Tan emocionados que estaban con sus bebés y tuvieron que estar separados de ellos por tres años...
Por lo menos ahora están juntos y espero que sigan así...
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Fanfics Morgan James
FanfictionDiferentes sucesos ChrisChel, Familia Morgan James, y los MM