Nuestro

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La playa es un lugar en donde se deben olvidar los problemas, el trabajo, todo lo que nos estresa, y eso lo saben muy bien los Morgan James.

Rachel estaba junto con los mellizos sentada en una mesa de un restaurante del hotel en el que se estaba hospedando, uno muy lujoso como a ellos les gustaba. Christopher se había movido a la barra para ir por unos tragos para él y para su esposa.

—Mami, tengo hambre. —habló si hija Milenka— ¿Dónde está mi comida?

—La acabamos de pedir amor, ya vendrá.

La niña bufó, haciendo que su cerquillo se moviera tapándole los ojos, haciéndola enojar un poco y causando la risa de su madre. Su hermano sólo la ignoró como siempre hacía y se recostó en el hombro de Rachel.

A la mujer le dio por mirar a su marido. Su mirada cambió, alzó una ceja cuando vio que unas mujeres le estaban coqueteando. Él ni si quiera les ponía atención, pero eso no le quitaba los celos a Rachel, quien apretó sus puños cuando una de ellas se le pegó de más a Christopher.

—Mami.

—¿Sí corazón? —le dijo a su hija todavía con la mirada en su esposo.

—¿Por qué esas mujeres están con mi papá? —Rachel miró a niña. Ella estaba con sus bracitos cruzados en su pecho y una ceja alzada— Es MÍ papá, y sólo lo puedo compartir contigo. No con ellas.

A Rachel se le ocurrió algo cuando Christopher miró hacia la mujer solo para rodar los ojos muy notoriamente, pero ni eso hizo que las mujeres se fueran de su lado, de hecho se acercaron más.

—Mi vida, ¿puedes ir por tu padre? —le preguntó murándola— Nos vamos.

Milenka abrió sus ojos emocionada, luego volvió a su mirada enojada levantándose de su silla con cuidado. Comenzó a caminar hacia su padre decidida en quitarle a esas mujeres de encima.

Él sólo era de su madre y de ella. ¿Qué les pasa a esas señoras feas?

—Papá. —se paró detrás de su padre haciendo ruidos con el pie y cruzando sus brazos.

—¿Es tu hija? —preguntó una de las mujeres hacia el hombre, pero este la ignoró, como lo llevaba haciendo desde hace un rato— Es preciosa.

—Lo soy, igual que mi mamá. —les avisó poniéndolas alertas.

—¿Qué pasa ahora, Milenka? —habló el hombre a su hija, aunque no se notaba, él estaba divertido por la forma en la que la pequeña miraba desafiante a las mujeres a su lado.

—Mamá dice que nos vamos, la comida se tarda mucho y tenemos hambre, ¿ves? -le señaló a Rachel, quien estaba mirando fijamente a su dirección con los brazos cruzados y con una mirada de asesina.

Las mujeres al instante se pusieron derechas intentando no sentirse intimidadas por madre e hija, pero no sirvió.

—Está enojada, y yo también. ¡Vámonos!

Christopher tomó a su hija cuando esta alzó sus brazos. Se aferró de su cuello fuertemente y miró a las mujeres victoriosa, diciendo algo que nadie escuchó, pero que se podía leer muy bien.

Es mío.

Padre e hija llegaron a la mesa. Rachel se levantó con su hijo y se acercó a su marido dándole un beso en los labios muy posesivamente. Ambos niños los ignoraron por esta vez dejando sus celos por sus padres. Eran pequeños, pero sabían lo que ocurría.

—¿Se irán sin comer? —preguntó su marido con una sonrisa burlona— ¿O prefieren arrancarle los pelos? —alzó una ceja mirando a su mujer, quien todavía miraba muy seriamente a esas mujeres.

Ellas ahora tenían la boca abierta, pero seguían mirando a su esposo.

—Les arrancaremos los pelos tan feos que tienen. -murmuró Milenka enojada- ¿Por qué te miran?

—¿Por qué no me mirarían? —el ego de ese hombre se notaba a kilómetros. Tomó a su mujer de la cintura y comenzaron a caminar fuera del restaurante.

—Te pueden mirar todo lo que quieran, siempre y cuando no te toque. —habló Rachel— Te estaban comiendo con la mirada.

—Tampoco lo tienen que mirar. —dijo la niña.

—Ahora no sólo tengo que lidiar con tus celos, sino que también con los de la Lora.

Ambas miraron al hombre ofendidas.

—Solo cuidamos lo que es nuestro. —la mujer sonrió.

—¿Soy de ustedes?

—Sí. —Milenka se separó un poco de su padre para mirarlo a los ojos— Sólo de nosotras, y de Owen, pero a él no le importa esto.

Los celos de esas mujeres las volvían muy peligrosas.

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Fanfics Morgan James Where stories live. Discover now