Panic Room

Elijah

Me despierto en un lugar completamente desconocido, sentia que mi cabeza iba a explotar así que llevo una de mis manos a esta y luego observo que tenia sangre en la palma. Suelto un pequeño gemido captando la atención de mi hermana.

—¡Ina! Estaba preocupada por ti, pensé que no te ibas a despertar nunca.

—Estoy bien Elena solo es una pequeña herida, no es como si no hubiese estado en situaciones peores.— Comencé a recordar cuando Damon me secuestro cuando supo la traición de Elena y su hermano cuando quería sacar a Katherine de la tumba. —¿Dónde estamos?

—No lo se, solo recuerdo que salíamos de la mansión de los Loockwood y luego es todo negro.

Se escucharon los pasos de dos personas acercarse a nosotras, Elena y yo nos asustamos un poco cuando un hombre corrió a velocidad vampírica hacia nosotras.

—Trevor contrólate.— La chica empezó a dar vueltas sobre mi hermana y sobre mi. —Dios, eres igual que ella.

—Pero no soy Katherine, por favor..

—Cállate.

—Eyy, no le hables así, solo yo puedo hacerlo así que no lo hagas de nuevo o una linda estaca aparecerá en tu podrido corazón colmillitos.

No le tenia miedo, sabia lo que era pero la chica que tenia delante no sabia lo que mi pequeña condición lo que nos daba una ligera ventaja.

—¿Y cómo lo vas a impedir? Por si no te has dado cuenta estas atada y soy un vampiro.

—Eso de estar atada tiene fácil solución.— Sin que los vampiros se dieran cuenta me saqué las cuerdas.

El chico salió corriendo hacía mi y con gran facilidad lo esquivo apartandome a un lado, la del pelo corto me miro sorprendida por lo que acababa de pasar, yo no era un vampiro pero ¿qué otro ser sobrenatural podría ser?

Rode los ojos al escuchar como mi hermana atosigaba a la vampiro sin nombre, si no se callaba yo misma le arrancaría la cabeza.

—Solo soy un servicio de entrega, no quiero nada.