Hace un par de horas atrás se habían prometido mutuamente disfrutar el último día como jamás y luego, él había provocado a un panal de abejas, habían terminado cayendo a un río y luego se había apoderado de un bote con una pareja.

Sin duda alguna era una cita lejana a olvidar, ese sujeto hacía magia con su sola presencia amenazante.

Aún así, no pudo evitar sonreír levemente mientras abraza sus piernas y apoya su mentón sobre sus rodillas. El anochecer lentamente se estaba transformando en un ambiente helado, lo que provoca que su ropa aún húmeda por su chapuzón comience a enfriar su piel más de lo debidamente tolerable. Pero aún si su piel está erizada y friolenta, Izuku siente cierta calidez al descubrir nuevas facetas de aquel hombre. 
Hasta el momento solo conocía su lado profesional además de su lado irritable, y romántico.

Y es que, ¿qué más conocía de él? Hasta ahora solo su presente, pero, ¿y su pasado? Los largos relatos llenos de aventura y peligro de Katsuki sobre el bote le hacen cuestionarse y querer saber más y más sobre él.

Los hermosos faroles lentamente comienzan a iluminar el ambiente, entregando un aura romántica y tranquila. Inclusive algunas luciérnagas comienzan a aparecer luego de un largo día soleado.

Izuku mientras observa sus propias rodillas piensa de qué forma podría describir a Bakugou Katsuki si otra persona le preguntara por él.
Amenazante, gruñón, competitivo y muy inteligente. —Es lo que piensa de inmediato. Entonces le sigue mirando, observando como el rubio levanta sus brazos en señal de poderío expresando contínuamente sus historias vívidamente. Y sonríe. —Protector, confiable y seguro de sí mismo. Con una fortaleza inquebrantable, dueño y señor de sus metas. —vuelve a pensar a la vez que sus ojos brillan al compás con el baile suave que ejercen las luciérnagas curiosas que rodean el bote. 

El corazón de Izuku asegura que Bakugou Katsuki es en realidad un buen sujeto, contrario a todas las opiniones externas de él, en el que la mayoria son negativas.
Pero es porque no se daban el tiempo de conocerle un poco más, entendiendo así que muy en el fondo, había tenido que vivir experiencias desagradables para forjar lo que era él hoy en día.

Entonces sus esmeraldas se centraron esta vez en sus labios, mientras analiza cada palabra que sale de él.

— ¡Ahí fue cuando tuve que ir a dar mi prueba de honor en la mafia francesa! —exclama Bakugou a los cuatro vientos emocionado. — ¡Esos malditos pensaban que no sería suficiente, y adivinen quién acabó liderando su basural! ¡ADIVINEN POR UN DEMONIO!

Sus cejas aceitunadas se fruncen levemente. —También estuvo en la mafia francesa… —susurra pensativo.

Quien quiera que observara el rostro de Izuku ahora mismo, pensaría que sus expresiones faciales demostraban cierta preocupación.

La pareja francesa se observa confundida mientras se mantienen abrazados con temor. Es entonces que el hombre de cabellos castaños añade. — ¡No sé si hablas francés pero ya déjanos bajar, llevamos más de una hora pidiéndotelo, nos tienes empapados con tus movimientos bruscos con el remo y en cualquier momento el bote perderá su equilibrio por tu brusquedad al remar! ¡Si es dinero lo que buscas te lo daremos pero ya déjanos ir! —exclama en francés.

Pero Bakugou le ignoraba. — ¡Y ahí cuando me revolqué con un sujeto porque quería probar su honor y acabo comiendo tierra! —continuó a oídos sordos.

E Izuku ante aquella reacción esboza una sonrisa cansada.
—Él no los está escuchando para nada… —susurra mientras niega suavemente, escuchando las historias de Bakugou transmitidas con emoción. Aún así, de fondo solo sigue escuchando peticiones de aquella pareja en francés ya que no les entendía nada, pero era lógico con tan solo sus expresiones faciales y lenguaje corporal que querían huir del bote.

¡Ah! Katsuki-sensei ¦Katsudeku¦ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora