Acuérdate de mí

CAPITULO 23

Momentos antes del operativo.

-Ya mi niño, no llores más- estábamos en la sala. Él lloraba desconsolado.

-Tengo miedo mamá, mucho- 

-Está todo bien, pronto vendrán a ayudarnos- 

-¿Él no es mi papá?- lo ví a los ojos.

-No lo es- él sonrió- pasaron muchas cosas mi niño. Yo ni siquiera me llamo Martina.

-¿Cómo te llamas?- 

-Me llamo Mar- él sonrió.

-Ese nombre es más bonito- reí suave- ¿Yo sí me llamo Antonio?

-Sí- acaricié su rostro- Pero tienes otro apellido.

-¿Sí tengo papá?- asentí- ¿Quién es?

-¿De verdad quieres saber?- él asintió- es alguien que ya conoces y te cae muy bien.

-¿Villamil?- asentí- ¿De verdad, mamá?

-Sí mi amor- él sonrió y me abrazó- es el mejor papá que pude elegir para ti.

-¿Entonces por qué estamos con él?- señaló a la puerta. A Diego.

-Es muy complicado para explicarte- acaricié su rostro- la idea es que no es tu papá y tu papá es Juan Pablo. Te llamas Antonio Villamil Estupiñán.

-¿Estupiñán?- 

-Ese es mi apellido- le sonreí- Mar Estupiñán Armani.

-¿Estás segura que ya vienen por nosotros?- 

-Eso espero- lo abracé.

-¡Levántate!- me gritó Diego.

-No- 

-¡QUÉ TE LEVANTES!- me gritó.

-Mi alma, ve a la habitación- 

-¡El mocoso se queda!- Diego se fue hacía Antonio. Me hice en frente de él.

-¡ANTONIO QUE VAYAS A LA HABITACIÓN Y TE ENCIERRAS!- él obedeció rápidamente.

-Nos vamos, nos vamos- 

-¡Está rodeado! Salga con las manos en alto y deje a la rehén- 

-Diego- lo ví asustada. 

El me agarró por el cuello.

-Tú nos vas a sacar de acá-

-No, Diego. Por favor- 

Él sacó un arma y la puso en mi cabeza.

-Diego, baja eso. Por favor- salimos. 

-Bajen las armas o la mato- 

-Mi niño, está adentro- grité.

-Baje el Arma, Fernando- dijo el agente- entréguese, va a ser lo mejor para usted.

-Diego, por favor-  

-Bajen las armas o la mato- 

-Bajen las armas- dijo el agente. Diego me metió al auto y luego entró él. Arrancó 

-Diego, ya basta. Para con todo esto- 

-No te voy a dejar-

-Yo sí- abrí la puerta y me lancé. 

NARRA JUAN PABLO.

-Antonio- corrí a abrazarlo- mi niño, ¿Estás bien?

-Sí, papá-