Capítulo 42 - Parte 2

287 25 67
                                    

Desperté, pero no abrí los ojos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Desperté, pero no abrí los ojos. No me di cuenta en el momento en que me quedé dormida, solo recuerdo que estaba hablando con Laurence y Agnes, mientras Lucas se tuvo que ir a su terapia física. Él intentó convencerme por todos los medios de que podía quedarse conmigo y dejar la terapia solo por un día, sin embargo no lo dejé hacerlo porque sus terapias son muy importantes para que él pueda volver a jugar fútbol muy pronto.

-Yo soy tu papá, mi amor. No sé muy bien cómo hacer esto, pero tu mamá dice que tú ya me conoces. Algún día te contaré todos los detalles de cómo me enamoré de tu mamá mientras me enseñaba a cocinar. Te prometo que voy a cuidarte siempre y me encargaré de que tu mamá y tú siempre sean felices, ustedes son lo más hermoso que tengo y siento tanto amor, que no me cabe en el cuerpo. -la voz de Lucas suena entrecortada, tal vez por las lágrimas.

Abrí los ojos y lo encontré sentado a mi lado, mientras susurra palabras de amor a nuestra pequeña bebé, que en este momento, parece estar escuchándolo, pues se mueve lentamente en mi vientre.

-Las amo tanto, bebé. Quisiera poder retroceder el tiempo para estar con ustedes desde el principio. -confesó, totalmente ignorante de mi atención.

-Vamos a recuperar todo el tiempo perdido, mi amor. -afirmé y él se sorprendió un poco de verme despierta, luego se levantó de la silla y se sentó a mi lado sobre la cama. Entrelazó su mano con la mía mientras yo descanso mi cabeza sobre su hombro.

-Discúlpame, preciosa, no quise despertarte. ¿Cómo dormiste? ¿Te sientes bien? -preguntó dejando besos amorosos en mi mano.

-Estoy bien, cariño. ¿Cómo te fue en la terapia? ¿Sientes mucho dolor? -pregunté.

-Solo un poco, voy a estar bien porque acabo de tomar un analgésico. Tú no te preocupes por nada. -respondió. 

Luego nos quedamos en silencio por varios minutos, desde que lo conocí, siempre me encantaron nuestros silencios, son tan cómodos que parece que podríamos quedarnos así por un largo rato.

-Me encanta que le hables a nuestra bebé porque ella puede reconocer tu voz. Se mueve cada vez que hablas. -confesé alegremente, rompiendo el silencio.

-¿De verdad? ¿Se movió hace un rato? -preguntó muy ilusionado, como si fuera un niño pequeño. Su sonrisa es deslumbrante, siempre he amado la forma en que sus ojos brillan cuando sonríe.

-Sí, mi amor, ella sabe que tú eres su papá, el hombre que más la amará en el mundo. -afirmé sonriendo ampliamente.

Lucas volteó a mirarme y después de respirar profundamente dijo algo que jamás olvidaré.

-Cásate conmigo, Emily. -me quedé sin palabras ante su propuesta porque me tomó por sorpresa.

Él se incorporó y se sentó mirándome a los ojos, luego tomó mis manos entre las suyas y pronunció las palabras más hermosas.

Mi vida en tu mirada - Vol. 2- YA EN FISICO Where stories live. Discover now