En "Mi vida en tu mirada", Emily lucha por despejar su mente y encontrar respuestas a sus sentimientos mientras regresa a Londres con su madre y Olivia, dos semanas después de abandonar el hospital. La sombra de Leon, su "prometido", se cierne sobre...
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—¿Cómo dices? ¿Regina Camacho es tu ex?
—Sí, es una larga historia. —respondió Lucas.
—Tengo tiempo y quiero escuchar la historia de tu vida con esa mujer, porque sinceramente hace un rato que estuvo aquí, se podía notar a kilómetros de distancia que detesta a Emily.
—¿Qué? ¿Qué le hizo? —preguntó el francés ofuscado.
—Nada en particular, pero se podía sentir lo mucho que la odia. Esa mujer sigue enamorada de ti Lucas y la verdad tienes que quitártela de encima si en verdad quieres recuperar a Emily.
—Regina no será un problema, eso te lo aseguro.
—Espero que tengas razón por tu bien y el de Emily. Ahora necesitamos hacer algo para evitar la boda.
—Olivia, yo no pensaba ir a la exposición de Regina, pero ahora que me dices que Emily estará ahí, yo debo verla y hablar con ella. Tenemos que asegurarnos de que ella y yo tengamos un momento a solas, tú debes ayudarme con eso, del resto me encargaré yo ¿Está bien?
—Perfecto, de acuerdo. Pero hay algo más que debo decirte.
—Por Dios Olivia ¿Y ahora qué pasó? —preguntó el francés perdiendo la paciencia. La verdad es que puedo entenderlo pues yo muchas veces la pierdo, como hace unos minutos cuando lo llamé.
—Emma, la madre de Emily. Ella le dijo que ustedes fueron amantes, le dijo que ella engañó a Leon contigo, pero que «él ya la perdonó». —detallé pronunciando las mismas palabras que usó Emma con mi amiga.
—¿Qué? ¿Pero qué clase de madre es esa mujer? ¡Ella está mintiéndole a su propia hija y no le importa! ¡Está arruinando su vida! ¡Maldita sea! —tuve que alejar el celular de mi oído por los gritos de Lucas. La verdad no lo culpo, pues yo sentí la misma impotencia cuando escuché a Emma decirle todas esas barbaridades a Emily.
—Lucas, trata de calmarte y concentrémonos en evitar esa boda. Tú tienes que alejar a Emily de estas personas. Por favor te lo suplico, si es necesario que te la lleves lejos de aquí, pues hazlo. Hagan realidad los planes que tenían antes de que toda esta desgracia sucediera.
—Porsupuesto que lo haré, si ella me acepta y quiere irse conmigo, lo haremos, nos alejaremos de toda esta pesadilla y me encargaré de hacerla feliz cada uno de los días de nuestras vidas. —afirmó convencido.
—¡Muchas gracias Lucas!
Hablé con Lucas por unos minutos más y luego colgamos el teléfono convencidos de que esta misión no puede tener errores.
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