Capitulo 5 / La Invitación

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Siempre me he preguntado cómo sería conocer a alguien que se lleve de maravilla contigo,una persona que comparta todos tus ideales y gustos, alguien que a pesar de no estar cerca de ti o no conoces en persona aún, te hace sentir tan cómodo y agusto contigo mismo, exactamente eso siento con una persona tan especial, que espero algún día conocer en la realidad y no a través de una pantalla. este capítulo va dedicado a ti personita especial que considero una amiga sincera y incondicional. YarexyRueda

"Con solo verte sentí algo extraño dentro de mi, es como una mezcla de calor con locura."

B.C




Después de pasar toda la tarde escuchando música en mi habitación, decido bajar  a comer algo y así hablar un rato con mi Nana.

Bajo las escaleras perdida en mi propio  mundo, cuando escucho que tocan el timbre, algo que me extraña por qué nadie nos visita.

Si, se qué suena un poco asocial, pero...¿para que negar la realidad si esa es la verdad?

Entonces me dirijo a la puerta y la abro, y es allí que me doy cuenta que la que tocó el timbre es una señora de cabello cobrizo, joven y muy bonita que me da una sonrisa encantadora, la cual respondo con una de cortesía. No acostumbro a hablar con extraños pero no se que tiene esta señora que me hace querer devolverle la sonrisa y hasta entablar una conversación.

—Buenas noches cariño, disculpa la molestia, se que es tarde, pero somos tus nuevos vecinos y hemos venido a presentarnos formalmente — Cuando dice “somos" me doy cuenta de que detrás de ella están una chica y el mismo chico con el pase la vergüenza está mañana, el cual me observa con una sonrisa de burla.

—Bienvenidos— contestó con cordialidad— un gusto conocerlos,mi nombre es Luciana y mi madre se llama Selene, pero lamentablemente ella no se encuentra en estos momentos.

Ahora que pienso mejor mis palabras, no creo que sea lamentable su ausencia.

Salgo de mis pensamientos para prestarle atención a la señora frente a mi, la cual  parece más nerviosas por dar una buena impresión que creo hasta olvida parpadear por pequeños momentos.

Intenso.

«Ni que lo digas»

—Ohh cierto, cierto olvide presentarnos—la señora suelta una risita nerviosa—Yo soy Pauline, por favor llámame por mi nombre nada de señora eh, me hace sentir vieja—vuelve a soltar una risa y no puedo evitar sonreír—y ellos son mis hijos Patrick y Tania—les hace señas que supongo cree son disimuladas, para que se acerquen a saludar.

La primera en acercase es la chica, que si mi audición no falla se llama Tania, me permito observarla unos minutos; Es alta como de 1,70 tiene el mismo color de cabello de la señora Pauline pero ella lo lleva corto y liso, sus ojos son verdes y su tez es blanca como la de su madre y su hermano.

—Mucho gusto—dice extendiendo su mano para presentarse, la cual tomo y estrecho— es un alivio saber que no solo hay solo viejos en esta residencia— sonríe pero no le dura mucho por qué su mamá la reprende.

Sonrió divertida por las palabras de la chica.

—¡Tania! no seas maleducada— la regaña la señora Pauline —No te lo tomes a mal cariño, ella es así—le da una mirada de reprobación.

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