10. Muy lejos en poco tiempo

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Las pláticas de Sesshomaru y Rin avanzaron potencialmente, más de lo que la castaña habría imaginado, en poco tiempo de conocerse ya habían hablado de casi todo, y no sabía cómo explicarlo, se sentía muy natural hablar con él.

Se vian cada domingo para hablar, aunque el peli plata había insistido en verse cada noche, pero ella le decía que no por miedo a que los descubriesen y además que no quería meter en problemas a Kagura.

Era mejor verse solo los fines de semana por el momento.

Ya había pasado tres semanas desde que se veian en el balcón para charlar, y sentía que cada vez que lo conocía más, menos precaución tenía.

Ambos sabían muchas cosas sobre el otro como; que tipo de música les gustaba, cuáles eran sus miedos, sus fortalezas y sus desaciertos.

Los besos seguían ocurriendo, y cada vez iban subiendo más de tono, aunque Rin siempre impedia que llegasen a más, siempre se prometía no besarlo pero al final cuando estaban frente a frente se derretía en sus brazos.

Es que Dios, ese hombre era demasiado atractivo, le encantaba.

Pero cada vez que lo hacía no podía evitar pensar que ella era una más, solo una más de seguramente, una larga lista, y estaba bien, le habían advertido desde el principio y era su culpa por no escuchar, estaba consciente que tal vez todo lo que pase entre ellos no sería real.

Solo quería entregarse a sus deseos, era la primera vez que lo hacía y no era malo, al contrario, lo estaba disfrutando como nunca.

Solo esperaba que las cosas siguieran su curso normal.

Y a decir verdad, el tiempo paso muy rápido, era la primera semana de Diciembre, y todo el mundo estaba emocionado por qué se acercaba la navidad, además que hace unas semanas comenzó a nevar, por lo que afuera hacía mucho, mucho frío.. pero eso no era impedimento para que Sesshomaru y Rin se encontrarán.

Era miércoles por la noche.

Rin estaba sentada en su cama pensando un buen regalo para Kagura y Sesshomaru, era una elección difícil, tal vez podría hacer un postre para ambos.. pero ¿Dónde? No podía usar la cocina, no lo tenía permitido.

Entonces pensó en tejer algo para ellos, claro! Estaban en temporada de frío así que no les vendría mal, pero recordó que no tenía lana, tal vez podía ir a comprar el domingo con el dinero que le daba su madre mes a mes, pero eso significaba que no vería a Sesshomaru.

Estaba segura que lo entendería.

Después de todo, se esmeraria por hacer un buen abrigo para su amiga y para el chico que le gustaba.

Sería una sorpresa, y esperaba que les gustará mucho.

...

Era domingo por la tarde y Sesshomaru esperaba la hora de ver a la castaña pero recibió un mensaje de ella a los minutos, al parecer la habían llamado para entrenar ese día también, y dijo que llegaría tarde.

Por lo que frustrado, se dirigió hacía la puerta para ir adentro del edificio, más específico, a su habitación.

Pero antes de irse escucho la puerta del otro edificio abrirse, con sorpresa, volteo a ver a esa dirección esperando que fuera Rin pero más equivocado no podía estar.

Una chica peli roja se asomo por la puerta, y de pronto sus ojos se cruzaron con los del peli plata.

Espera un momento... ¿Mei? ¿Que carajos hacía esa mujer aquí?

Había olvidado que ella también tenía las llaves por qué su padre era uno de los socios de la empresa.

Resoplo de fastidio.

My Peace Is YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora