My Peace Is You

4. Conociendote

Después de aquel discurso de la señora Sayuri, explico algunos puntos más que tomar en cuenta en cuanto a su viaje a Corea que sinceramente no preocupaban a rin, lo que más le preocupaba era la escuela.

Tenía tareas y exámenes pendientes que entregar para las próximas semanas y no podía irse y dejar todo en manos de quién sabe que.

Debía hablar lo antes posible con la directora general sobre esto.

Esperaría a que se acabará la reunión para poder preguntarle minuciosamente cada detalle sobre el tema.

También pensó en lo cansado que sería y todo el desgaste mental y físico que requería.

Si ya de por sí entrenar todo el día sería cansado más la escuela sería infernal, no tendría tiempo para nada.

Pero valía la pena, todo esfuerzo tendría sus frutos.

Todo por sus sueños.

...

Sesshomaru prestaba cero atención a la mujer que hablaba, decía cosas que ya sabía y no era de menos si el observó y escucho todo lo que se hacía en aquel edificio ya que estaba todo el tiempo allí con Kagura en sus años de adolescente.

Se podría decir que sabía más que ella.

Era aburrido y tedioso.

Por otro lado, estaba la chica que le había deseado buena suerte en su presentación a la cual no se la saco de la cabeza por más que quiso.

No sabía por qué demonios, no tenía nada de interesante lo que le había dicho pero aún así, se sintió bien, se sentía.. cálido para el.

Pero

La notaba nerviosa y presionada.

Sabía que habían personas que se alteraban con facilidad pero ella se llevaba la corona.

No era difícil de entender, la chica se alteraba con un mínimo de presión sobre sus hombros, ya lo había visto, antes de llegar a la última presentación y luego ahora, Sesshomaru pensaba que aquella niña estaba en el lugar equivocado, esto sería demasiada presión de sobrellevar.

¿Podría con todo lo que se venía?

Se veía frágil.

Por años había visto el trato que tenían los profesores de canto, baile e interpretación hacía los trainees y podía decirse que no era del tono bonito.

Eran demasiado estrictos y duros con los chicos y esto lo entendía perfectamente.

Le daba igual como lo tratasen, solo hacían su trabajo y comprendía que lo hacían para tener resultados rápidos y buenos.

En la mayoría de casos solía funcionar.

Pero habían muchos que al no soportar esa presión se iban apenas empezaban.

Tenían que especializarse y perfeccionarse en estas disciplinas y al no hacerlo cada mes, uno de los trainees se iba a casa.

Asi funcionaba esto.

El peor de todos se iba.

Y no quería que le pasará aquello.

Pero algo le decía que ella tenía mucho potencial para dar y quería verlo, con suerte llegaría viva hasta las últimas instancias.

Y el también lo haría.

...

Se había acabado la reunión y observaba como todos salian de aquel cuarto.