Prólogo

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En Inglaterra, Peggy Cárter estuvo apunto de contraer matrimonio para tener una vida normal y aburrida, aquello que su madre Amanda siempre soñó para ella.

Sin embargo, eso estaba lejos de ser su sueño, pues desde niña siempre prefirió jugar con su hermano Micheal a las espadas y otras cosas consideradas solamente para niños.

La muerte de su hermano la llevó a romper su compromiso y perseguir su propio sueño. Se alejó de Inglaterra y se asentó en Estados Unidos para unirse a la Reserva Estratégica Científica dónde hizo varios amigos.

Howard Stark era uno de los científicos del lugar. Con el tiempo se unió el Doctor Abraham Erskin y con él llegó Steve Rogers, aquel que más tarde se convertiría en el amor de su vida.

El amor es efímero y así lo comprobó cuando un día el afamado Capitán América dió su vida para concluir con esa terrible guerra que amanezaba al mundo entero.

Parecía que todo volvía a la normalidad, no obstante, la corrupción amenazaba su trabajo en la Reserva Estratégica Científica, por lo que fueron unos años estresantes para Peggy.

No fue hasta que Shield se fundara en 1949 que la agente Carter encontró su paz. Chester Phillips sería el Director, Howard Stark el científico y ella se mantendría como agente de campo.

Sin embargo, la celebración del nombramiento del Director Philips no acabó bien para Peggy. De alguna forma se pasó de copas, el alcohol se le subió a la cabeza y lo último que recuerda es despertar con su amigo Howard en la cama.


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