Mensaje NO enviado.

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Una frase de mi libro favorito dice "No se puede entrar en la vida de alguien. Hacer que nos quiera y luego marcharnos. Esas cosas no se deben hacer".

Después de leerlo entendí el porqué no dejo entrar a muchas personas a mi vida y el porqué no puedo encariñarme rápido. Tengo miedo de que se aburran y se alejen de mí, así como lo han hecho algunas de las personas a las cuales he querido y confiado.

Puedo parecer una persona fría, amargada pero si te das el tiempo de conocerme te darás cuenta de que soy apegada a las emociones, incluso más sensible de lo normal.

A medida que avanzaba el tiempo las personas que llegaban a mi vida estaban de paso, terminaban siendo un pensamiento pasajero y para mí eso estaba bien, así no tendrían que conocerme de manera profunda.

Solía pensar, más bien solía creer que tenía todas las respuestas a mi vida manteniendo mi mente en completo orden, hasta que llegaste tú. En ese preciso momento entendí que sólo tendría preguntas sin responder porque las soluciones estarían en blanco.

Tuviste la necesidad de insistir en entrar a mi pequeña burbuja. Con cada gesto o palabra tierna que me dabas, te abría el camino a las profundidades de mi alma. Hasta el día de hoy no entiendo el porqué te pude abrir mi corazón, quizás porque sentí conexión o simplemente porque fuiste el único en querer percibirme completamente.

Mientras pasaban los días me fui encariñando, queriendo entregar más de mi hasta el punto de darte un trato especial. Estabas siendo la primera persona en sentir la ternura que podía emanar.

Tú predilección hacia mi, me llevó hasta la luna. Me encontraba en la calma misma y entendí que todo es posible. No alcancé a descifrar si estaba enamorándome de ti pero si estaba segura de que te quería a mi lado siempre.

Nos sentí reales.
No veía la hora en mostrarte cada frase o historia que había escrito.
En tus brazos me sentí segura.
Estar contigo era lo que quería hacer hoy, mañana y el resto de mi existencia.

Pero cuando se trata de mi, se autodestruye todo lo bueno que ha llegado.

Lentamente comenzamos a tomar distancia y me di cuenta de que si es posible extrañar a alguien con tanta fuerza que el corazón puede llegar a romperse.
El trato diferente y especial que teníamos empezó a desaparecer y el interés de tu parte ya no logré ver.
Dejamos de juntarnos y conversar, la atención que tenías en mi, en otras direcciones empezó a girar.

Intenté acercarme a ti, con palabras, dando gestos de cariño pero no hubo respuestas de tu parte.
Me sentí desesperada por perderte y te escribí, en aquellas líneas expresé que extrañaba todo de ti. Extrañaba hasta el más mínimo detalle, sobre todo escucharte reír. Por primera vez estaba siendo sincera con mis sentimientos y no fuiste capaz de decir nada.

Volví a intentar nuevamente, te propuse estar un pequeño momento a solas para mostrarte un escrito y accediste pero, sentí que ya no pertenecía a ti.
Estar a tu lado pasó de contemplar la calma a sentir ansiedad y me desestabilicé.
Esa tarde después de llegar a mi casa, lloré.
Pensé que estaba haciendo las cosas mal porque ya no me preguntabas ¿Cómo llegaste? ¿Dormiste bien?

Intenté una vez más, te invité al cine pero ¿qué pasó? Tuviste la perfecta excusa de no haber visto la primera película y me dolió ¿Sabes por qué dolió? ¿Recuerdas esa vez que acompañaste a los chicos de tu grupo a ver una película que nisiquiera sabías de qué se trataba? Claro que debes acordarte porque comentaste "No la conozco pero voy para estar con ellos y pasarla bien" y creí que yo sería tan importante para ti para decirme lo mismo pero al final no fue así.

Volví a llorar porque deducí que yo era el problema.

Quiero que sepas que me cansé de intentar.
Ya no te insistiré más, porque soy humana y a veces me rindo con las personas.
Después de mucho tiempo conocerás mi verdadero ser, amargura y frialdad.
Sí no quieres formar parte de mi, no puedo obligarte y por eso dejaré todo hasta aquí.

Con esta pequeña carta quiero despedirme de ti porque a pesar de vernos todos los días ya no sabrás de mi.
Te deseo lo mejor y espero que algún día encuentres la sintonía que buscaste en mi.



Me hiciste feliz pero no estuviste cuando te necesité.
Habías llegado para equilibrar mi vida y al final terminaste por derrumbarla.
Te dije que una vez que todos terminaban alejándose de mí y prometiste ser la excepción a esa regla y al final te coronaste igual que los demás.












La frase inicial hace referencia a la trilogía de Boulevard de Flor Salvador.

ESCRITOS PARA DESPEJAR LA MENTE. Where stories live. Discover now