ESCRITOS PARA DESPEJAR LA MENTE.

BULLYING

Bullying.

Definido como acoso físico o psicológico al que someten, de forma continuada a, un alumno sus compañeros.

Una palabra que en nuestro lenguaje no debería existir. Acciones que no deberían ocurrir. Sin ello estaríamos libres de sufrir.

Las palabras hirientes causan dolor en el corazón. Cuando se trata de la apariencia se queda atrapada en las entrañas y como parásitos llegan hasta la mente para dañar la confianza y el amor propio. Su meta es hacerte sentir menos, como si no valieramos nada. Hasta el punto de preguntarte ¿Cómo puedo cambiar mi cuerpo? ¿Qué está mal conmigo?

Los golpes que uno recibe son como bañarse en un balde de agua fría. Mil imágenes me vienen a la cabeza, tales como, hematomas, ojos morados, costillas rotas, zancadillas, puñetazos y silicona en el cabello. Yo me pregunto ¿qué consiguen con eso?
Intimidar, dominar, ser gobernantes de la escuela y lo principal imponer miedo.

Entiendo y sé cómo te sientes.

Se que has dejado de brillar y de ser tu mismo(a). Has ocultado tus intereses. Te apoyas en la música y/o en la lectura porque te ayuda a escapar de tu cruda realidad.

Prefieres vivir en la soledad porque crees estar a salvo.
Te preguntas ¿dónde están mis amigos para defenderme?
Porque crees en la amistad verdadera. Y aunque tú voz interior insista en qué te cuestiones lo anterior, sabes que ellos están en la misma situación que tú.
Y te sientes débil, te gritas a ti mismo(a) "Eres un(a) cobarde" porque no puedes defenderte.

Estas cansado(a) del tormento diario que te dañas físicamente. Te hieres para disminuir el dolor sin saber que te estás destruyendo en pedazos. Sin saber que estás rompiendo tu templo.

Temes contarle a tus padres porque te sientes culpable de lo que te está pasando. Sientes que puedes salir solo(a) y que no necesitas la ayuda de nadie más.

Créeme todo es mejor cuando se tiene compañía.
Ves claridad en momentos de angustia.
Sí, puedes tardar días, semanas, meses e incluso años en contar tu verdad. En ser capaz de revelar tu sufrimiento que es tu mayor secreto.
Estoy se segura de que tienes o tendrás alguien a tu lado acompañandote a sanar tu corazón, tu cuerpo, tu alma y tu espíritu.

¿Por qué estoy segura?

Porque también lo viví.

No fue fácil.

Desde los 8 años que he soportado malas palabras y miradas de odio, empujones, amenazas, arañazos. Cualquier cosa horrorosa que puedes imaginar me pasó.

Ahí en ese lugar llamado "escuela" dónde mi madre pensaba que estaba segura y que nada malo podría pasarme, no lo estuve. Ni un sólo día, jamás.
Me sentí indefensa, vulnerable, desprotegida.
Sólo pensaba en llegar a casa, acurrucarme en los brazos de mi abuelita y llorar.
Llorar hasta que el dolor que sentía se calmara.
Llorar hasta quedarme dormida. Llorar hasta sanar.

Cada vez que recuerdo mi infancia, mi adolescencia, me quema por dentro. Duele saber que rompieron a un ser pequeño que sólo pensaba en querer jugar. Dañaron el corazón, la seguridad y la confianza de una niña que no hizo ningún mal.

Me invade la angustia cada vez que traigo al presente el saber que no actué con valentía, que no hice nada para dejarles claro quién era, dejarles claro quién podía llegar a ser. No grité, no pataleé, no me defendí.
Pude haber hecho de todo y simplemente no lo hice.

Repetí un millón de veces en mi mente "Al final se saldrán con la suya. No recibirán castigo por todo el daño que han causado" Ahora aquel pensamiento ya no importa, de alguna manera cada cicatriz interna que esas personas me dejaron me fortaleció.

El apoyo de mis padres, estar en terapia y escribir me ha ayudado a sanar mis heridas.
Lentamente he ido superando el pasado, dejando atrás mis miedos y concentrándome en el presente. Cada día siendo un poquito más luz.

No se si pararan o seguiran, sólo espero que si tienen una nueva víctima que se defienda, que sea una leona o un león y saque sus garras, que se haga respetar y no sufra por dentro, que sea feliz. Que luche por si mismo, por él, por ella, por mi y por todos.

Que sea valiente como yo debí serlo.
Que se haga oir como yo debí hablar.
Que sea un justiciero del bien.

Tú que estás leyendo esto, no estás solo.
Estamos todos.
Confía en ti.