Un tulipán para un final.

51 4 1
                                    

Desde el 2014 que escribo pensando en ti y no me di cuenta hasta que leí el último verso que expresé.

"Tú eres mi inspiración.
De día y de noche yo te escribo una canción.
En amaneceres y en atardeceres pienso en el ayer, en ti y en tu sonrisa que ilumina todo mi ser,
Siempre quise leer lo que decían tus ojos color miel y esperé que dijeran que yo soy todo lo que puedes querer".

De alguna manera siento que no podré amar a nadie más como te amé a ti, aunque no fuera correspondido.
Porque siempre extrañé algo que jamás tuve.

No es secreto que permanecí en el mismo lugar por ocho años y tal vez pudo haber sido más pero, me agoté de esperar un amor que nunca iba a llegar.

Muy pocas veces logré observar que me dejabas entrar a tu vida, a ser parte de ti y de tus pensamientos.
La sensación de conocer más de tu persona me daba calidez y entibiaba aquella fría muralla que constantemente solías mostrar, impidiendo avanzar, obstaculizando el camino a tu corazón.
Por eso prometí olvidar cada detalle romántico de nuestra amistad y cualquier emoción que me pudieras provocar.

No te voy a negar que por un pequeño instante creí que volvería a caer en el mismo bucle de siempre; verte, escucharte por un corto segundo y seguir enamorada de ti.
Tuve tanto miedo, pero no perdí la esperanza de continuar con la promesa que me hice y finalmente no volví a mirar atrás.

No recordaba cuanto tiempo llevaba sin verte y antes de comenzar un nuevo año en la parada de buses nos volvimos a encontrar.
El destino es cruel ¿No crees?

Pensé que tenerte frente a mi después de no ver tu rostro por tanto tiempo, me emocionaría o me temblaría el cuerpo de los nervios, sin embargo, me causó curiosidad verte ahí, de pie, ladeando la cabeza preguntando "¿Eres tú?, ¿Qué haces aquí?", mostrando una sonrisa que sería imposible de descifrar.

Estoy segura de que mi yo del pasado hubiera llorado y gritado internamente de alegría con tan sólo atesorarte un milisegundo, mi ritmo cardíaco hubiera aumentado a 400 latidos por minuto hasta el punto máximo de ser escuchados por cualquier persona que pasara por aquel lugar o tal vez hubiese sentido "mariposas en el estómago", en resumidas palabras hubiera sentido todo.

Mi yo del presente sintió curiosidad por interpretar tu mirada, la brisa fresca del viento y la presencia de un viejo amigo.

Me abrazaste cómo si no fueras hacerlo nuevamente y por primera vez percibí aquel sentimiento de amistad que tiempo atrás hubiera querido experimentar y no aquel amor que por tanto tiempo quiso hablar.

Sentir el calor que emana tu cuerpo pudo haber traído bastantes recuerdos en ese momento y sólo llegué a rememorar cuánto extrañaba estar en un lugar seguro.
A pesar de todo, tu siempre fuiste como estar en casa.

Estoy consciente de que jamás conoceré la respuesta a si puedes ir más lejos de quererme y ahora ya no hay interés en saberlo.

¿Me puedo permitir decir "sané y te superé"?

Después de todo, dejé de aferrarme a ti y he logrado dejarte ir.

Adiós mi querido tulipán.
Ha llegado la hora de despedirnos y darnos un final.

ESCRITOS PARA DESPEJAR LA MENTE. Where stories live. Discover now