Punto Final

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Julieta Madrid ha estado enamorada de Dash Olivera durante 7 años, porque le prometió esperarlo. Durante ese tiempo conoció muchos chicos pero, ninguno de ellos superaba a Dash. Ella decía que él había dejado la vara muy alta; trataba de no ilusionar a nadie porque siempre los estaba comparando y cómo a él no lo veía seguido para no decir nunca, su mente a veces le jugaba en contra y lo visualizaba en cualquier lugar.

Durante los 5 años que espero Julieta mientras no veía a Dash comenzó a cuestionarse ¿Por qué no puedo estar con él? ¿por qué él no me prefirió desde un principio?, ¿por qué los demás si y yo no? Siendo que mi cariño y mi amor ha sido sincero desde que lo sentí ¿seré insuficiente para él? Aquellas preguntas cada vez se hacían frecuentes, su autoestima había bajado por un hombre y se sentía aún peor pero, ella no se atrevía a preguntar. Temía por la respuesta que iba a obtener.

Julietta comenzó a cerrarse, no demostraba cariño y era difícil entrar a su corazón. No cualquiera lo lograba.

Sus sentimientos se tornaron fríos, fue convirtiéndose en un muro de piedra. Sentía que sólo él la ayudaría a recuperar su humanidad pero, él no estaba enterado de nada.

Para mí, cuando pierdes un ancla debes serlo tu mismo, no puedes depender emocionalmente de los demás, no puedes aferrarte a la luz de otra persona. Eso es algo que he aprendido.

No hace mucho Julieta conoció a Manuel, un compañero de Universidad, por miedo al parecido que este tenía con Dash evitaba escribirle, hablarle y saludarle. Pero él insistía.

Al principio era como ver a Dash, quizás era por su mente confundida o porqué necesitaba dejarlo ir. Cada vez que conversaba con él, la confianza iba creciendo. Hasta el punto de querer contarle todo. Él ya no se parecía a Dash. Julieta se dio cuenta de que las personalidades eran muy distintas y era momento de olvidar.

Manuel y Julieta, se volvieron muy amigos, sólo los separaba la distancia. La mayoría de los amigos en común de Julieta pensaban que estaban juntos a pesar de conocerse poco, a lo que ella respondía que no, que entre él y ella jamás habría algo porque el cariño que existía era "fraternal".

Pero, Julieta no quería admitir que cada vez que miraba a Manuel a los ojos existía familiaridad, ella sentía que se conocían de antes, como si en antiguas vidas pasadas
hubiesen estado juntos y a la vez perdido. Se sentía en el ambiente aquella conexión que emanaban los dos, como si su destino era reencontrarse en esta vida.

Antes de finalizar el año Julieta y Manuel pasaron un fin de semana juntos. Julieta sólo esperaba que fuera tranquilo, pasar tiempo con él ya que disfrutaba de su compañía. Tenía planeado en salir a caminar y tomar fotos a los paisajes que visitaran.

No se sabe exactamente cómo sucedió pero, los planes de Julieta no fueron así. Por más que le decía a su familia que sentía por Manuel un cariño de hermano, nadie le creía. Este es un secreto y me siento mal por contarlo en este momento pero, cuando Julieta fue a buscar a Manuel a la habitación donde él se estaba quedando, él la tomó de la mano y la atrajo hacia él, se acostaron frente a frente en la cama, él cerró los ojos y la abrazó. Julieta quedó sin palabras, había olvidado cómo se sentía querer a alguien, había olvidado cómo se sentía abrazar a alguien y había olvidado cómo el aroma de alguien podía invadir sus fosas nasales. Julieta cerró los ojos y disfrutó de aquel momento, memorizando cada detalle, cada segundo que pasaba al lado de él. A pesar de que no dijeran una sola palabra el ambiente no era incómodo, se podía escuchar la respiración nerviosa de cada uno y cuando cada uno tragaba saliba de lo tan cerca que estaban.

"Esto no está bien" "Somos amigos, lo quiero como hermano" "Esto no debe pasar" se repetía Julieta mentalmente, forzaba a su mente a parar pero, sus emociones estaban al mando. Cuando dejó de luchar con ella misma se dio cuenta que esta estaba acariciando el rostro de Manuel con tanta delicadeza, como si él fuera frágil y con el mínimo tacto brusco que hiciera podría romperse. Sus labios besaban los párpados, la frente, las mejillas y la nariz del chico. Julieta no se atrevía hacer nada más porqué sabía que no debía. Tenía claro que besarlo en ese momento sería romper con la bonita amistad que habían forjado durante los pasados meses.

Manuel por su parte estaba nervioso, hace tiempo que no se sentía tan querido como en ese momento con Julieta. Observaba cada movimiento que ella hacía y se sorprendió cuando Julieta comenzó a rozar su nariz con la de él y la forma tan dulce y tierna que decía "nariz con nariz", no podía evitar sonreír cada vez que ella hacía eso, sus labios estaban a centímetros de rosarse y él dio el primer paso. Con temor la besó, esperando que hubiera un rechazo de su parte la besó, con miedo en su corazón la besó.

Juelita por otra parte, al sentir aquel beso se sintió en la calma, como si su lugar fuera ahí con él y aceptó el beso. Como si nada ni nadie importara, como si sólo fueran ellos dos en el universo.

Aún así, Julieta le decía a Manuel "esto no está bien, somos amigos" a lo que el respondía preguntando

  —¿Quieres detenerte?

  —No y ¿tú? —respondió Julieta

  —No. —añadió lo último con voz segura.

Julieta por segunda vez se sentía segura, protegida y en confianza pero, tenía miedo. Le asustaba que su muro se derrumbara, aquel muro que había tardado años en construir quebrara. No quería sentirse vulnerable, no otra vez.

Después de aquel fin de semana, creía que la relación con Manuel sería distinta pero, no fue así. Siguieron siendo amigos, contándose hasta el más mínimo detalle de lo que había sucedido en su día.
Antes de Navidad tuvieron una cita como amigos y al finalizar el día Manuel le preguntó si ella estaba enamorada de él porque el cariño que le entregaba a él era distinto al que le daba a sus compañeros de grupo. Julieta no sabía qué decir, no estaba preparada para dar una respuesta. Porque en el fondo ella sabía que su promesa de amar a Dash seguía en pie, aún lo esperaba aunque lo negara, aún esperaba que él dijera "Julieta estemos juntos" pero tampoco podía negar que Manuel estaba sacando aquel lado tierno, delicado y protector que ella había estado ocultando y guardando para Dash. Así que sólo respondió "Eres la primera persona con la que conversé, eres especial, me das la confianza de querer contarte todo, te ganaste mi cariño como nadie lo había hecho. Además tengo la sensación de haberte conocido en alguna de mis vidas pasadas". Y ella le hizo exactamente la misma pregunta, si sentía amor por ella. A lo que él respondió "La verdad no me siento enamorado. Estoy bien así, por ahora. No quiero lastimarte ni romper tu corazón, ni siquiera que pienes que te estoy usando porque no es así, te quiero y mucho".

A Julieta no le dolió, ambos saben que se quieren pero no están enamorados el uno del otro, es un sentimiento muy grande y para Julieta sería extraño sentirlo en meses. Sólo le causó dudas. Se preguntó ¿Debo dejar que Manuel entre a las profundidades de mi corazón? ¿se repetirá la historia si lo hago? ¿Debo dejar caer la armadura por él? Julieta volvió a sentir miedo y no supo qué hacer con sus sentimientos. Su personalidad y comportamiento con Manuel es el mismo, un poco más tierna quizás pero, no se hace ilusiones. Prefiere que todo sea lento como las melodías tocadas por el piano, que fluyan como las aguas del río y que nada se interponga en el camino.

Julieta decidió romper aquella promesa que le hizo a Dash. Ya no lo esperaría ni amaría. Se dio cuenta que es momento de sanar completamente y aunque sea difícil, dejar el pasado atrás.
Prometió volver a ponerse en primer lugar y amarse más que nunca.
Dejará que sus emociones florezcan y no vuelvan a cerrarse.
Decidió volver a ser feliz y dejar de aferrarse a un amor imposible, un amor que ahora sólo quedará en recuerdos y en una amistad.

Finalmente dejó caer la venda que tenía en sus ojos que la mantenía atrapada en un amor dañino. Finalmente dejará que su muralla caiga para demostrar quién es en verdad.
Finalmente volverá a sonreír.

Ahora Julieta deberá sanar sus heridas y se concentrará en su presente y pensará en su Futuro. Dejará atrás a Dash y no se preguntará si Manuel continuará en su vida, dejará que las emociones fluyan.

Digo esto porque la conozco y me rompería el corazón verla sufrir otra vez por un amor no correspondido, no lo soportaría. No otra vez.

Confío en ella y en todo lo que está sintiendo.

ESCRITOS PARA DESPEJAR LA MENTE. Where stories live. Discover now