22 | son crueles

Comincia dall'inizio
                                    

—Dejala que pase tiempo con Ra...—

—Las quiero hoy en Guadalajara.— El la interrumpió antes de que dijera su nombre, claramente no es algo que quiere escuchar y simplemente pensar en que Rose esta con Ramón lo pone de mal humor.

—Oye...

—Ya te dije.— La volvio a interrumpir lo cual hizo que Georgina se enfadara aún mas con el. —Es así de simple.— Fue lo ultimo que dijo antes de terminar la llamada, dejando sin oportunidades a Georgina para hablar.

La mujer suspiro pesadamente con molestia y coloco el teléfono en su lugar. —Ay, pendeja.— Siseo a si misma por hablar de más. Pero, se dio cuenta que falta poco para que su avión despegue y rapudamente salió de su hogar.





Enedina tocó a la puerta de la habitación en la que se había quedado Rose la noche anterior. Escuchó un suave —pase.— De parte de Rose y entro en la habitación. La chica se encontraba sentada en la cama frotando sus ojos.

—Buenos días.— El tono de Enedina es muy monótono, cosa que no le sorprendió a Rose.

Aún así, Rose le sonrió suavemente. —Buenos días.— Murmuró. —¿Pasó algo?— La chica se dispuso a salir de la cama mientras hablaba.

—Nada malo. Ramón tuvo que salir y me dijo que te llevara.— Rose frunció el ceño, ¿estaba tan enojado? —¿Se pelearon?— Preguntó Enedina, aunque ya sabe la respuesta. No porque Ramón le hubiera dicho sino porque los había visto la noche anterior discutiendo. Pero, ni Rose ni Ramón lo habían notado.

Rose bajo la mirada y asintió, —fue... una tonteria. Perdón.— Ella murmuró la ultima palabra pero Enedina la logro escuchar. Inconcientemente, las facciones en el rostro de la mujer se relajaron y luego se tornaron a una expresión de preocupaciónal ver como Rose no es capaz de verla a los ojos. Es casi como si le tuviera miedo. Y es que si, Rose le tiene miedo a Enedina. Las dos no tienen un buen historial y Rose esta muy consciente de que Enedina preferiría tener a Ryan en su lugar, iría tan lejos como para decir que Enedina no la quiere viva y estaría contenta si los lugares de ella y Ryan fueran intercambiados.

—¿De quien fue la culpa?— Enedina volvió a preguntar, poniendo a pruba a la chica.

—Mía.— En ese momento la mente de Rose empezó a vagar hacia una persona en especifico, Laura. —Todo lo que me esta pasando es mi culpa. De nadie más.—

Enedina soltó una suspiro pesado y porfin Rose la miro, asustada de lo que iba a decir. —No te esta pasando nada. No seas tan dramatica.—

Rose tragó el nudo que se le había fromado en la garganta y asintió lentamente. —Perdón.—

—Alistate para salir.— La voz de Enedina volvió a ser monótona. —Te voy a esperar afuera.— Con eso la mujer salió de la habitación antes de que Rose pudiera decir algo más.

La interaccion con Enedina había hecho a Rose sentirse un poco incomoda al pensar que ella era quien la iba a llevar con Cordelia. ¿Que pensaría Enedina sobre Lia? Y aunque Rose no quisiera, la opinion de Enedina le importaba mucho. Y más ahora que esta más que claro que no le cae bien a Enedina, le quiere caer bien... aunque no sea nada nuevo.

Rose caminó hacia el closet de la habitación, mientras buscaba ropa limpia, que habia dejado ahí cuando se fue con Miguel Ángel, encontró una camisa de tirantes blanca de seda que solía pertenecer a Ryan y ahora solo esta arrumbada en ese closet.

amare | narcos: mexicoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora