┏━━━━━━━━━━━━━━━━┓ capítulo seis! LA DEA ACECHA ┗━━━━━━━━━━━━━━━━┛
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Ryan tomó un suave suspiro antes de pasar sus dedos entre su largo cabello rizado. —No seas paranoico, Félix.— Ella rodó los ojos al escuchar a Miguel Ángel hablar sin parar sobre el concierto de Rose.
—No es que no estoy siendo paranoico.— El hombre siseo. —Simplemente, estoy viendo lo que está pasando.
Ryan se burló. —No está pasando nada, tú estás siendo paranoico.— Ella rodó los ojos.
—Entonces dime porque hicieron el concierto.
Ryan negó con la cabeza. —No, ya te dije que no te tengo que dar explicaciones.— Miguel Ángel abrió la boca para decir algo pero fue interrumpido por Ryan. —Ya vete de mi casa.
El hombre frunció el ceño, —oye, ¿ahora tú quién te crees que eres?
—La dueña de esta casa.— Ryan habló con dureza, causando que Miguel Ángel tragara saliva. No pensó que ella iba a reaccionar de esa manera.
—¿Con el dinero de quien?
—Con el dinero que yo me he ganado.
Miguel Ángel soltó una suave risa. —¿Gracias a quien?— Se cruzó de brazos.
—Gracias a mi!— Ella exclamó. —Ahora sal de aquí.
Miguel Ángel empezó a caminar a la salida. —Tu tienes lo que tienes gracias a mi.— El murmuro. —Que no se te olvide eso.
Ryan suspiró, intentando calmarse. —Gracias por eso.— Habló, lo que hizo que Miguel Ángel se le quedara viendo. —Ahora por favor déjame sola, no me siento bien.— Mintió.
Miguel Ángel notó que ella no decía la verdad pero algo de sus palabras le causaba una sensación de preocupación, no sabía por qué. El simplemente asintió y salió de la casa.
—Ry!— Ryan escuchó a Rose exclamar, desde el segundo piso de la casa. Ella miró a su prima bajar por las escaleras, con una expresión de preocupación pintada en su rostro. —Eh, p-paso algo- o más bien casi pasa algo con el cargamento que mandaste a the U.S.— Rose dijo una vez que estaba parada enfrente de su prima.
Ryan trago saliva. —¿Que paso?
Rose dejó salir un suspiro. —Casi encuentran la droga en la frontera pero antes de que la pudieran ver, se dio la orden de que dejaran pasar al camión.— La chica explicó. —¿Fuiste tú quien ordeno esto?
Ryan rápidamente negó con la cabeza. —No.— Dijo en voz baja, —Necesito saber quien fue el que dio esa orden.
—¿Y si fue Félix?
Ryan frunció el ceño, rápidamente negando con la cabeza. —¿Cómo va a ser Félix?
Rose alzó los hombros. —No se. Tal vez, sabe lo que estás haciendo y te quiere mandar un tipo de mensaje.— Rose explicó.
Ryan suspiro. —Creo que ves demasiadas peliculas.— Ryan murmuro, Rose la fulmino con la mirada. —Rosebell Amarantine Gutierrez, no me veas así.— Ryan dijo en tono burlón.
—Ay!— Rose exclamó. —Tu no digas mi nombre completo, tengo el nombre más raro de la historia.
—También sacado de una película.— Ryan se burló, Rose la volvió a fulminar con la mirada. —Ay, ya. Creo que tengo una idea para tener más control sobre la organizacion.— Ella comentó.
—¿Y es?
—Meterse a la DEA.
Enrique Camarena. Ese nombre no salía de su cabeza. La valentía de ese hombre al entrar a el campo de marihuana de Rafa y quemarlo todo. No había podido ver a Rafa porque estaba muy ocupada, lo único que podía pensaba era en cómo se estaba sintiendo Rafa en ese mismo instante.
—Ya deja de ver eso.— Rose habló, intentando agarrar el periodico de las manos de Ryan pero falló cuando Ryan rápidamente lo movió a su otra mano. —Ry...
—¿Qué más quieres que vea, eh?— La mujer siseo rápidamente.
Rose suspiro. —Ey, calmate.
—¿Como chingados quieres que me calme? ¿Acaso no ves no que está pasando?— Rose se quedó callada, —Mira lo que pasó con Rafa. ¿Cuánto tiempo hasta que nos pase a nosotros también?
Rose negó con la cabeza. —No sabría decirte.— Hablo con tranquilidad.
Ryan rodó los ojos. —Tengo que meterme a la DEA.— Susurro.
—No.
—Si, tengo que hacer algo sobre esto, no quiero que nos pase a nosotros porque nos puede ir peor que a Rafa.— Ryan dijo.
Rose negó con la cabeza. —¿Qué le vas a decir a Miguel Ángel cuando pregunte? No has pensado en eso, ¿verdad?
Ryan agarró el suéter que estaba en una silla al lado de los sillones. —Voy a usar esto como excusa.— Rose frunció el ceño. —Tu quédate aquí o ve con Ramón.
—¿A donde vas?
Ryan se puso el abrigo. —Voy a ir con Yesenia, para hacer lo que te platique. Ella sabe muy bien cómo arreglar este tipo de cosas.— Ryan suspiró y luego dejó un beso en la frente de Rose. —Te quiero, mi niña.
Rose sonrio. —Te quiero también, cuídate.— Dijo antes de darle un fuerte abrazo a su prima.
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