Capítulo 2

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Allá donde empezó todo.

Decir que Hyunjin y Felix estaban destinados a estar juntos era subestimar al universo. Desde que eran muy jóvenes fueron amigos, creciendo en el mismo barrio, jugando con los mismos niños y cayéndose juntos aprendiendo a montar en bici.

Una vez empezada la adolescencia, Hyunjin se empezó a poner más atractivo, y él mismo lo sabía. Empezó a tener una novia tras otra, saliendo a todas las fiestas que podía, sin desaprovechar el momento.

Por otro lado, Felix, cuyos padres eran un poco más estrictos, no le permitieron salir hasta que no tuvo cerca de quince años, así que no empezó a relacionarse con gente fuera de su círculo del instituto hasta más adelante.

Irremediablemente se separaron, nada que no fuera previsible. Cuando se veían por la calle se saludaban como los buenos amigos que eran, pero no hablaban todos los días ni sabían mucho de la vida del otro.

Hasta que una compañera de clase de Felix empezó a interesarse en Hyunjin después de ver como se saludaban un día.

- Oye, he visto que eres amigo de Hyunjin... - le dijo un día en un receso.

Felix, ya conociendo a su amiga más de lo que creía, la miró socarrón.

- ¿Te gusta, eeehh? - preguntó bromista.

Ella se había sonrojado levemente, riéndose con él.

- Sí, la verdad es que sí. Pero me da un poco de vergüenza hablarle... ¿podrías hablarle de mí, porfi?

Él aceptó, no había nada de malo en ayudar a una de sus mejores amigas.

Esa misma tarde, le escribió por mensajería instantánea.

A pesar de que su amiga le había dicho que no le dijera que era ella quien gustaba de él, Felix se lo tuvo que comentar en algún momento. Después de haber estado hablando de todo y nada durante semanas, por fin le dijo el motivo por el que le hablaba tan de repente.

"La verdad es que no me gusta ella, Felix".

En cuanto se lo contó a su amiga, ella se puso menos triste de lo que él esperaba. Así que no era algo tan grave. Hyunjin y él siguieron hablando un tiempo, hasta que el primero volvió a conseguir una novia nueva y poco a poco dejaron de mandarse mensajes.

Sus vidas siguieron sin más, y Felix encontró novia cuando tenía diecisiete años.

Nadie podía negar que se había enamorado perdidamente de Sowon. Fue casi su primer amor. Pasaron dos años sin ningún inconveniente, ambos acabaron la preparatoria y decidieron entrar a la universidad. Ella iría a hacer ingeniería informática y él, administración y dirección de empresas.

Una vez en la universidad, no tuvieron tanto tiempo para verse, pero se esforzaban todo lo que podían por hablar, al menos, una vez al día y quedar cada fin de semana.

Sin embargo, algo en Felix fue cambiando sin él darse cuenta. Llegó un punto en el que empezó a replantearse su sexualidad: descubrió que tal vez era bisexual. Al principio se sintió muy frustrado porque no sabía con quién hablar del tema, hasta que pensó que tal vez su hermana mayor, Rachel, pudiera escucharle sin prejuicios.

Se vieron en un café cerca de la universidad, para la comodidad de Felix. Ella le recibió con un abrazo muy familiar, pero con un invitado de por medio, pues estaba muy, muy embarazada.

- La última vez que te vi, aún podía abrazarte- dijo él bromeando.

El joven ahora llevaba el pelo decolorado de rubio, lo que ayudaba a resaltar sus ojos cafés, las pecas que salpicaban sus mejillas y lo rosado de sus labios.

- La última vez que yo te vi, hermanito, no parecías un pollo- ambos se echaron a reír sin poder evitarlo.

La dinámica entre ellos solía ser así, cosas de hermanas mayores y hermanos pequeños.

Hablaron un poco de todo, incluso Rachel le estuvo contando los planes que tenía cuando naciera el pequeño Luke, entre ellos celebrar su bautismo.

- ¿Así que nacerá en agosto?- preguntó él.

Rachel se llevó una mano a la barbilla, frotándosela pensativa.

- Creo que sí. Si todo sale bien, podremos celebrar su bautizo en septiembre. Tal vez a mediados. Sabes que estoy contando contigo, ¿no?

Felix se sintió tan incluido en los planes de su hermana y su nuevo sobrinito que casi se le había olvidado el motivo por el que le había dicho de verse.

- Oye Rachel, quería hablar contigo de una cosa... - su antes animado semblante, se puso serio de repente.

- ¿Qué pasa Lix? - ella esperó paciente.

- Verás, tú sabes que llevo saliendo con Sowon unos dos años ya, ¿no? Pero hace tiempo que he empezado a plantearme que tal vez... Tal vez también me gustan los hombres... ¡Eso no significa que haya dejado de quererla ni nada por el estilo eh! Solo digo que creo que... - cogió aire.- Creo que soy bisexual, Rachel.

Su hermana le echó una mirada que él no supo identificar.

- ¿Eso es todo? - preguntó ella.

- Sí... - susurró él bajando la vista.

Lo siguiente que sintió fue un golpe en la nuca. Venía de su hermana, obviamente.

- ¡Me asustaste idiota!- le gritó.

- ¡AAAAH! ¿Pero qué te pasa? - dijo él frotándose allí donde le había golpeado.

- Pensé que me ibas a decir que habías dejado a la muchacha embarazada o algo por el estilo. Madre mía – puso los ojos en blanco.

- Te acabo de confesar... que creo que soy... bisexual – dijo susurrando.

- Ya, ya, te he escuchado – Rachel apoyó los codos sobre la mesa, inclinándose hacia delante para hablarle más de cerca. - Escucha Lix, eso es lo más normal del mundo. Que aquí lo tengan tan mal visto es su problema, pero no tiene nada de malo. Si te enamoras de almas, y te sientes atraído de personas, ¿qué más da si son hombres o mujeres? Tú mientras seas feliz, es lo que más me importa, hermanito.

Le tendió una mano para que él sujetara, haciéndolo sin pensarlo. Felix estaba a punto de echarse a llorar. Había estado tantos meses dándole vueltas al asunto él solo, pensando que el secreto le iba a ahogar por dentro, creyendo que no tenía con quién hablarlo, y allí estaba su hermana. Ella era la persona a la que más admiraba en el mundo, y estaba de su lado.

- Gracias... eres la mejor – le dijo él sincero.

Ella le miró primero con sentimiento, casi diciéndole con la mirada que estaba allí para él y que cualquier cosa que le molestara en el mundo, le ayudaría a superarlo. Luego volvió a ser la Rachel de siempre y le respondió:

- Ya lo sé, soy tu hermana mayor – y se echaron a reír.

Después de pasar un rato más en la cafetería, Rachel tenía que volver a su casa y Felix debía volver a su dormitorio a terminar algunos proyectos.

- Recuerda que el mes que viene, le damos la bienvenida a tu sobrino – dijo ella despidiéndose.

- Cualquier cosa, me avisas, ¿vale? ¡¡O le dices a tu maridito que me avise!! - la abrazó.

Agosto por fin llegó. El pequeño Luke llegó al mundo un 5 de agosto, sano, pequeñito y perfecto a ojos de su tío Felix. Un mes después, luego de haber celebrado su cumpleaños, y de haber preparado todo, fue el bautizo del pequeño. Felix tuvo que ir solo, porque Sowon tenía trabajos que terminar y no podía ir.

Entonces fue cuando todo dio un giro inesperado.

Hyunjin.

Hyunjin estaba allí.  

Wedding Planner ~ HyunLixWhere stories live. Discover now