— Señor.

Me enojo.

Le dije que diga mi nombre cuando estamos en la cama.

Sigo dándole una mamada y lo siento tensarse lo que significa esta cerca de liberarse.

— Me ven...— No termina de hablar porque se escucha el sonido de un teléfono.

Estaba dispuesto a ignorar el sonido pero él me empujó para recoger su teléfono del reguero de prendas que dejo en el suelo y contestar a quien sea que nos haya interrumpido.

¿Y este quien se cree?

Creo que debo darle una lección por empujarme de esa manera.

— ¿Qué? — Solloza al teléfono, le presto atención de inmediato.— Si, voy para allá doctor. Por favor, cuidela.

Lo sigo mirando cuando empieza a vestirse sin decir ningún palabra.

¿Es en serio?

— Jungkook no te he dado permiso para que te vistas. Tampoco para que te vayas.— Soy duro al dirigirme a él pese a que noto su estado.

Él pone los ojos llorosos en mi.

— Señor Park, mi madre está grave en estos momentos. Debo ir con ella.— Y tras decir eso, camina hacía la puerta pero no sale porque lo detengo.— Déjeme ir, por favor.

— Te acompaño.

No me responde, se queda parado y en un trance, aprovecho para vestirme lo más rápido que puedo. No me importó mi estado desaliñado y tomo de los hombros a Jungkook para salir de la habitación.

— ¿A dónde van? — Pregunta Seokjin con Namjoon a su lado.

— Es algo privado.— Menciono y saco a Jungkook de la casa.— Tu tranquilo, ahora dime, ¿Que hospital es?

Jungkook me indicó pese a su estado preocupado.

(...)



Ya pasó.

La madre de Jungkook que tiene una enfermedad difícil de controlar, ya esta estable. La mujer durante horas pasó por dolores horribles que no se lo deseo a nadie, como tampoco le deseo a nadie que pase por lo que está pasando Jungkook a quien noto sufrir tanto por su progenitora.

Él quiere dinero para su madre y yo se lo voy a dar por el contrato que tenemos.

Y ahora mismo estamos arreglando con Jungkook para que su madre sea traslada a un hospital mejor y sea mejor atendida.

—Gracias.— Susurra a mi lado.

No respondo.

Solo lo miro. Soy tan malo para este tipo de situaciones que no puedo expresar la lastima que siento. No puedo decir "Hey, ya verás que tu madre va a mejorar", no puedo hacerlo porque sé lo que está pasando entre nosotros. Me estoy aprovechando de su situación para tenerlo porque de otra forma él no estaría conmigo. Y debo admitir que eso me encantó de él, otro en su lugar se hubiera lanzado por mi dinero en la primera vez de conocernos pero con él no fue así. Que se hiciera el difícil logró que me obsesionara más con tenerlo.

— Voy a ver a mi madre a su habitación y le contaré que será trasladada de hospital.— Me informa.— Si desea, puede irse.

Niego.

— Te espero para irnos. Tu vas a vivir conmigo en mi casa, eso dice en el contrato... ¿No lo leíste completo?

Abre la boca y la cierra varias veces.

—Lo siento, se me paso.— Contesta.— No demorare mucho señor Park.

Suspiro y tomo asiento en la sala de espera mientras él se aleja.

Aburrido observo a todas las direcciones. Choco miradas con una enfermera, es muy atractiva y está casi mordiéndose los labios al verme. Debe saber quien soy y me puso el ojo como una leona a su presa.

No me inmuto por ella. Es atractiva pero no me interesa meterme entre sus piernas. Me gusta también las mujeres, sin embargo, han sido pocas las veces que tuve sexo con ellas porque prefiero más ser penetrado que penetrar.

Con nada de disimulo se acerca a mí.— Hola.

—Hola, ¿Necesita algo? — Pregunto.

— Yo no pero quizás usted si. Estoy aquí para lo que necesite, señor Park.

Es obvio que sabe quién soy.

Doy una bocanada de aire y le respondo.— Escuche señorita, en este momento estoy esperando a alguien, no soy un paciente, así que no la necesito para nada. Siga con su trabajo.

Ella muestra desilusión.

— Oh, entiendo.— Se retira.

Suspiro.

Soy quién elige.

Y mis acostones los escojo muy bien. Cuando yo quiera se termina y están de acuerdo. Me encanta seguir el mismo patrón. Con Jungkook pasará lo mismo, me cansaré de él y otro ocupara su lugar. No me aferro a ningún hombre, solo una vez pasó y no volverá a pasar.

— Señor Park, ¿necesi...—
Interrumpo a otra enfermera que se acercó a mi.

— No necesito nada.— La despido de mi vista.

No pasa mucho cuando otra enfermera se acerca a preguntarme si necesito algo con la misma intención que la otra. Y a todas le respondo con la misma respuesta negativa.

¡Estoy harto de esto!

— ¿Le pasa algo, señor?

Levanto la mirada encontrando a un doctor atractivo. Es alto, tienes unos ojos hermosos y unos labios apetecibles.

— Yo...

No sé que decirle.

— ¿Se encuentra bien?

Asiento y lo sigo mirando de más, de arriba a abajo.

Creo que será el siguiente después de Jungkook.

— Vamonos señor Park.— Pestañeo de más al ver a Jungkook acercándose con el ceño fruncido.

—Ah, claro, adiós.— Miro unos segundos al doctor y sigo a Jungkook hacía la salida.

En silencio subimos a mi coche y acelero de regreso a casa. Jungkook iba a mi lado callado y con una expresión contraída.

— ¿Te pasa algo?

—No.— Responde enseguida.— Bueno, si. Quería saber cuanto tiempo le tomará cansarse de mi.

— ¿Por qué lo preguntas?

— Lo vi, miro a ese doctor como me miraba a mi al conocerme. Le gustó y lo quiere en su cama.

Si tiene razón.

Y no lo niego.

Jungkook se mostró más extraño, como afectado.

— Es atractivo pero soy fiel a mi contrato Jungkook. Y en estos momentos tu y solo tu me eres suficiente. Si me canso de ti te lo hare saber y el dinero prometido para los tratamientos de tu madre seguirán corriendo por mi cuenta aun si no estamos juntos en una cama.— Prometo.

Jungkook no responde nada, solo escucha y desvía la mirada hacia la ventana.

Tampoco quiero que me diga algo, y continuo manejando a casa.

SEX PARTNER || KOOKMINWhere stories live. Discover now