23| Esclavitud

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                  [Milenios atras] 

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                            Venus            
                     
Soy impulsada contra uno de los muros del castillo, mi espada cruje provocando que suelte un grito ante el eminente dolor, pero solo genera mas resentimiento en Padre, ya que lo ve como una muestras de debilidad.

Me miraba furiso a lo lejos, se había quitado el saco de su traje y lo lo habia remplazado por su capa. Su cuerpo estaba apoyando en su baston de poder mientras rme observaba.

—Débil.

Mis ojos cristalizan y limpio mis lagrimas con la palma de mi mamo. El puchero se asoma por mis la labios.

No tenía el control de mi debil magia, mi poder habia sido anulado por mi maldad interior. Ella se habia negado a ayuarme, si lo hacia padre se enfadaria mas. Sola en una habitación alejada del castillo resivo mi castigo.

Padre habia tomado la desicione de mandar a Vlad lejos de mi, para protegerlo. Luego de lo ocurrido temian que lo dañara. Madre se habia marchado junto a el, para refugiarlo y mientras tanto, padre desquitaba su enojo.

Trato de correr hacia el pero me da lleno en el rostro con su baston y ante momento de debilidad vuelve a golpear mi estomago con su pie impactado contra el muro nuevamente.

Padre no deja tomar un descanso, me toma fuertemente del brazo y me posiciona frente a un humano. Estaba atado con cadenas a una fria silla de metal, su boca no emitía sonido alguno pues mi padre habia cortado su lengua. Su ropa estaba desgastada y apestaba, observaba a mi padre con temor y me suplicaba q ser liberado con su mirada.

Sabia que padre tomaba humanos para poder saciar su sed de sangre, sabia que sin importar edad el mantenia a sus presas por dias hasta morir. Sabia que mi padre no era un buen hombre. Mi oscuridad me lo había advertido.

Me toma fuertemente de los hombros y susurra en mi oido— Drenalo, ahora.

Con un solo movimiento corta el cuello del hombre, pero aun no lo mata. Cierro mis ojos al ver toda la sangre brotando de su garganta. El humano suplicaba con su mirada.

El conde toma mi nuca con búsquedad y me coloca en su cuello obligándome a beber mientras aquel hombre moria desangrado.

La sangre sabia dulce. Nunca habia probado algo asi, me sentia sucia al hacerlo.
Clavo mas mis colmillos en su cuello para poder absorberlo todo ante la presión de la mano de mi padre en mi nuca.

Las lagrimas caian sin parar aun con mis ojos cerrados. No queria abrirlo, papa me hacia hacer cosas malas. No queria lastimar.

《Un dia, todos se inclinarán ante ti.>>

Yo no qurria eso, quería a mi hermano de vuelta. Queria poder ser libre. Libre de mi maldición. Libre del conde.

Este parece satisfecho y vuelve a impulsarme lejos con su baston. Mi pequeño cuerpo golpea abruptamente el suelo mietras observo con terror como mi padre le arrancaba el corazon al pobre humanos.

Limpio mis lagrimas y la comisura de mid labios quitando la sangre. Me sentía sucia, asqueada. Habia asesinado a ese hombre. Soy un monstruo como ella.

Mi padre se coloca frente a mi y me obliga a ver sus ojos rojos, su rostro estaba lleno de decepción.

—Eres una vergüenza para tu linaje. No eres digna del apellido Dracula. Eres débil.

El ardor se extiende por mi pecho al oirlo. Diariamente lo repetía, yo no era querida. Fui la que arruino el perfecto linaje Dracula.

Cierro mis ojos al ver su baston acercarse a mi rostro. La imagen de mi hermano viene a mi cuando pienso lo que esta por venir. Padre lo hara de nuevo.

(...)

Miraba la luna desde el rincon de la habitación, brillaba en rojo vivo. En transilvania lo denominamos como la luna vampírica. Sucedía cada mes, y era una tradición festejarla.

El frio se colaba por el gran ventanal, el frio era terrorífico. Aun continuaba en la oscura habitación, el no habia regresado en dias.

Dias en oscuridad, soledad y muerte.

El cadáver del hombre aun permanecía atado en la silla, pero, su cabeza estaba tirada a unos metros. Su nauseabundo olor llenaba la habitación.

Podia oir los susurros en toda la habitación, mi nombre entre las sombras. Coloco las manos en mis oídos mientras cierro mis ojos, no queria ver a aquellos fantasmas. Las almas en pena que a matado mi padre, me buscan y pedian ser liberadas.

Sabia porque me buscan, mi poder se fortalecía. Hoy era el dia. Mi cumpleaños numero 10, y mi maldición tomaba mas y mas de mi. Sola en una gran habitación, entre fantasmas y muerte me dejo perder en la oscuridad.

El mundo de los muertos me pertenecía.

Suspiros ApasionadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora