CAPITULO XXXVIII

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Soy más fuerte que nunca. Y mi armadura, es de acero, no lo

puedes alcanzar. Yo soy un guerrero. Y nunca puedes hacerme daño otra vez.



Acabaría con todo el dolor.


Se levantó de la cama donde estaba recostado y se dirigió al baño.


Se arrodilló y comenzó por sacar las cosas de los gabinetes hasta encontrar una pequeña caja.


La abrió dejando relucir cuchillas de distintos tamaños.


Sentía como si ellas pidieran que las usara, pero no lo haría.


Cerró la caja y la tomó entre sus manos para luego salir por la puerta y dirigirse afuera.


Ya era tarde y el frió se colaba en todo su cuerpo. Gota a gota iban cayendo en su cabello, pero eso no le impidió seguir con lo que tenía que hacer.


A unos metros de ahí llego a observar el contenedor de basura.


Camino hacia allí sintiendo como poco a poco se liberaba.


Abrió el contenedor y observo la caja entre sus manos.


Ellas habían estado ahí para él, pero era hora de decir adiós.


Con todo el valor que contenía lanzó la caja dentro.


Giró en su sitio y comenzó a caminar, sintiendo que dejaba una parte de él atrás, algo que nunca debió comenzar; pero que sin embargo dio por terminado.


Dirigió su mirada al cielo dejando que las gotas de lluvia mojaran su rostro.


Gritó, gritó con todas sus fuerzas y sonrió al aire.


Por fin era libre de ser el mismo.

Hunger- Larry Stylinson.  (Editando)Where stories live. Discover now