CAPITULO XXIX

1.3K 106 9
                                    

Eres todo lo que saboreo por la noche en mi boca. Huyes porque yo no soy lo que esperabas. Estás en mis venas, y no puedo sacarte.



Lo único que quería el rizado en esos momentos era morir. Pero no de cualquier manera él quería estar entre los brazos del castaño y que este le abrazara tan fuerte que se quedara sin aire y así sin poder respirar; morir. Al menos lo haría feliz estando entre los brazos del mayor. Le aterraba la sola idea de pensar que Louis se sintiera mal por su culpa. Porque el culpable era él, porque él no quería salir lastimado de todo eso. El menor se había prometido que no se permitiría enamorarse, pero el oji azul llego queriendo cambiar eso y el se encontraba confundido.


Su teléfono no había parado de sonar toda la primera semana que había faltado a la escuela, lo hizo solo cuando el contesto la llamada y le dijo al castaño que lo dejara en paz. Solo ahí las llamadas habían cesado.


Escucho unos golpes siendo depositados en la puerta de entrada. No había nadie en casa. Se limpio las lagrimas, se acomodo la chaqueta que el Louis le había prestado hace unos días y fue escaleras abajo dispuesto a abrir la puerta y averiguar quien era.


Los golpes no cesaban y el ya se había cansado.


-¡Ya voy! - gritó el rizado para luego abrir la puerta.


Su sangre se heló por unos segundos al ver quien estaba parado en el umbral de la puerta.


Sus ojos se aguaron, quería lanzarse a los brazos del oji azul y recostarse sobre su pecho para así poder sentir sus latidos del corazón contra sus oídos.


-Harry....


- Vete Louis-. fue lo único que logro pronunciar antes de intentar cerrar la puerta, pero el mayor fue más rápido y no se lo permitió.


-No, ahora vas a escucharme.


- ¡Te estoy diciendo que te vayas!-. gritó el oji verde.


- Contigo no puedo ganar-. gritó Louis harto de la situación- ¡No puedo ganar! Dices que te deje en paz... ¡Y yo me quedo acá hecho una mierda!

Tuve que romper mi teléfono en un millón de añicos para evitar llamarte cada minuto de cada maldito día... Tuve que fingir que todo iba bien en la escuela para que tu fueras feliz ¿Y ahora tienes el descaro de enojarte conmigo? ¡Me rompiste el corazón!.- gritó.

Hunger- Larry Stylinson.  (Editando)Where stories live. Discover now