𝐀𝐒𝐈́ 𝐂𝐎𝐌𝐎 𝐏𝐄𝐂𝐀𝐒, 𝐏𝐀𝐆𝐀𝐒 [𝐃𝐫𝐚𝐦𝐢𝐨𝐧𝐞 +18]

• CAPÍTULO 18 | ESCRITORIO DE CAOBA

—Quiero hacer un brindis por el Instituto de ciencias de la hechicería Kolysanka —exclamó Kingsley Shacklebolt.

Todos los asistentes aplaudieron en una ovación luego del brindis. Después de la tan ansiada espera, una nueva escuela de magia había sido abierta en el límite de Europa del este, logrando mucha más popularidad, eficiencia y calidad de educación para los países que podrían tener la facilidad de acceder a este. Sin mencionar que Jedrell Kroll, se convertía en el director más joven que una escuela de magia había tenido en más de tres milenios.

—Jedrell, por favor. Nos gustaría si pudieras darnos unas palabras —anunció el ministro de magia polaco, quien se veía muy emocionado con este nuevo logro para el mundo mágico.

Jedrell usaba un traje gris perla y su semblante lucía elegante y lleno de garbo. Realizó un intercambio de manos con Kingsley y con el ministro polaco y después de eso se aclaró la garganta.

—Sin duda lo que estamos viviendo es maravilloso y un sueño, una meta que teníamos hace mucho tiempo como país, como región y para con las familias de magos que viven y han restablecido la paz y la población de Polonia —acotó primeramente —,no quiero alargarme con este discurso, ni abrumarlos con palabras aduladoras sobre nuestros logros, pues tampoco es solamente nuestro.

Sus ojos se dirigieron a la delegación de magos ingleses, quienes habían sido convidados por la participación que tuvieron en el proyecto. Sobre todo hacia Hermione Granger, quien llenaba sus pensamientos desde que le conoció.

»Quiero agradecer profundamente al ministerio de magia inglés, por hacer esto posible. De no ser por la iniciativa que tuvieron para con el resto del mundo, para activarnos después de la guerra mágica que desoló a gran población en Europa, pues todos somos magos, todos formamos parte de este mundo especial a donde nacimos.

» Quiero agradecer particularmente a los departamentos de economía y de cooperación mágica internacional, pues su trabajo ha sido más que impecable. El señor Malfoy —nombró a Draco y este enarcó una ceja con sorpresa, pues no pensó que fuera a indicar su participación, pues obviamente ante los ojos del locutor había sido eclipsada por la de su compañera —, generó un plan de negocios que nos llevó a una inversión exitosa e inteligente, sus gestiones y la de su grupo fueron llevadas a cabo de manera excelente.

Los invitados aplaudieron de forma inmediata y Draco sintió la necesidad de sonreír de forma cortés para darle el gusto a Kingsley, quien ya le estaba dando una mirada de advertencia.

» Sin embargo quien vislumbró la idea, quien ideó el proyecto de educación a lo largo de Europa y el resto del mundo mágico fue una profesional inteligente y tenaz, quiero pedir un aplauso para una de las brujas más extraordinarias con quien me ha tocado trabajar —hizo una pausa y dirigiendo sus manos hacia el lugar donde yacía Hermione entre el público, la nombró —, señorita Granger, Hermione, esto te lo debemos a ti y tu profesionalismo, así que quiero convocar un brindis por ella ¡Salud!

No habían palabras para describir lo deslumbrante que lucía Hermione, jamás le había gustado ostentar, sin embargo la cena y la inauguración habían convocado a personalidades del mundo mágico que obligaron a proponer un código de vestimenta de gala. El vestido verde esmeralda que llevaba puesto, los tacones negros y la joyería que portaba, formaban el juego perfecto para esa importante noche, logrando que se robara las miradas y la atención de los asistentes.

Las palabras de Jedrell sólo habían conseguido que las personas tuvieran una excusa para mirarla de forma directa y sin pecar de mal educados. La aludida se sintió algo abrumada pues no le gustaba ser el blanco de todos esos halagos, sabía que en ocasiones ese tipo de palabras sacaba ronchas, sabía que no era la única que tuvo participación, por lo que ya había hablado con el ministro para rogarle que no le diera la palabra y que se limitara a dar el discurso él.