• CAPÍTULO 22 | HAZ LO QUE QUIERAS CONMIGO.

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Draco no esperaba haber tenido una tan buena recepción por parte del equipo de Estados Unidos. Los americanos tenían fama de rencorosos y él, teniendo fama de mortífago no estaría exento de los resquemores yankys durante el tiempo que pasara en el país. No obstante para su sorpresa, nadie mencionó nada con respecto a su apellido, a su forma de ser, ni de su pasado en las filas de Lord Voldemort, algo que agradeció profundamente a pesar de que pensaba que aquellos comentarios los hacían por lo bajo y a sus espaldas.

Estaban siendo cordiales y eso era lo importante.

No pensaba poner mal a su jefe, recordaba todos los días los consejos de Kingsley y la ideología pro muggle que los americanos tenían en sus doctrinas educacionales y en todas las reformas que planteaban, inclusive llegaba pensar que tenían más consideración con los no magos, sin embargo decidió callar esos comentarios antes de que brotaran de su boca. Ansiaba terminar el sondeo de la forma más rápida posible, añoraba estar en Londres como nunca antes lo había querido.

Añoraba estar en Londres y el único motivo era Hermione, necesitaba volver y estar con ella, besarla hasta desfallecer de placer y yacer en una cama como si fuera el deseo de un condenado a la horca.

Hermione se había convertido en un deseo mucho más allá que sólo pasional. Era mucho más que lujuria, a pesar de que podía dejarse llevar por sus bajos instintos. Echaba en falta cosas simples como el sonido de su risa, el aroma de su piel y la textura de esta, su mirada nerviosa cuando la acorrabala entre su cuerpo.

Sabía que le debía una conversación con honestidad.

Sólo que no sabía si era lo suficientemente valiente como para abrir su interior a quien había detestado por años.

Karma.

El maldito karma había jugado con él de la peor de las maneras y había perdido con creces.

—Señor Malfoy, ¿Entonces? ¿Cree que es factible este nuevo plan de negocios?

Draco era un as para manejar números, dinero, planes de financiamiento, presupuestos y cualquier cosa que implicara divisas. Cuando se trataba de sus sentimientos era un fiasco. No lograba hacer que todos esos factores de sí mismo cuadraran sin entrar en un colapso nervioso; detestaba verse débil, odiaba creer que los sentimientos podían jugarle una mala pasada y con ello quedar expuesto ante las terribles olas de la incertidumbre.

—Claramente, no obstante debemos ser minuciosos y poder reflejar en los proyectos la cantidad de dinero que se está solicitando, tanto a las arcas fiscales de su país, como el que se solicita a Inglaterra.

—Oh, vamos. No crea que vamos a reparar en gastos —señaló la bruja con quien el rubio mantenía la conversación —, si queremos invertir y colaborar en este proyecto, es porque vemos el potencial que debemos otorgarle al área educativa en el mundo mágico.

—Venus, es muy importante que todo el equipo de asesores esté de acuerdo con estas decisiones. Primeramente si quieren unirse en la colaboración con Inglaterra, deben tener una integra visión de lo que implica, además no puede haber ninguna falla en su propia escuela de magia, si existe algún tipo de carencia, no será visado por la conferencia internacional de magos —acotó.

—Draco, ustedes fueron autorizados después de haber mantenido en conflicto y tensión al mundo mágico después de haber perpetrado dos guerras —ironizó —, si ustedes pueden idear el proyecto sin problema, nosotros podemos ser colaboradores activos. No lo dudes.

Draco no pudo contener una carcajada ante el comentario de la embajadora Russel. A él le gustaban las personas que actuaban sin tanta diplomacia, quienes tenían que trabajar juntos debían tener y sentir confianza en cuanto a lo que dicen, sienten y piensan. Claramente Venus Russel lo tenía bastante claro y no se había limitado a decir lo que su mente pensaba, incluso si sus comentarios no eran políticamente correctos.

𝐀𝐒𝐈́ 𝐂𝐎𝐌𝐎 𝐏𝐄𝐂𝐀𝐒, 𝐏𝐀𝐆𝐀𝐒 [𝐃𝐫𝐚𝐦𝐢𝐨𝐧𝐞 +18]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora