𝐀𝐒𝐈́ 𝐂𝐎𝐌𝐎 𝐏𝐄𝐂𝐀𝐒, 𝐏𝐀𝐆𝐀𝐒 [𝐃𝐫𝐚𝐦𝐢𝐨𝐧𝐞 +18]

• CAPÍTULO 24 | HACIENDO COMO SI NADA.

Junto con toda la presión del trabajo, Hermione sentía que no estaba descansando nada y no era precisamente por temas laborales. Sabía que era por la excesiva obsesión que le estaba poniendo a sacar de su mente el tema que conversó con Karine acerca de Draco y la que fue su colega en América.

Se sentía ridícula con tan sólo pensarlo.

Había que ser realista, ella con Draco no tenían nada formal, si bien habían pactado un acuerdo de exclusividad, esto no significaba nada a la hora de hablar de un compromiso por parte de ambos.

¿Qué le sucedía realmente?

Estaba celosa.

Celosa.

Ardía de celos y no poder echarle en cara aquello al rubio la estaba poniendo de los nervios.

Necesitaba pedirle una explicación si acaso esa información era verdadera.

¿Y qué si era verdad? ¿Qué haría?

Probablemente idearía la manera de torturarlo, de cortarle eso que tenía entre las piernas por haberle mentido a la hora de decirle que era la única. Después claramente recapacitaría y haría como si nada; no era tan fuerte, no era tan valiente como para plantarle cara y discutir por esa situación.

Detestaba verse o sentirse débil.

En esa situación sentía que estaba siendo débil por sentir de más.

Sabía que esa relación no iría a nada y que tarde o temprano el comenzaría a ver a otras mujeres. Después de todo ellos no tenían ninguna relación o compromiso, siempre fue una aventura en la que el sexo era lo primordial, ninguno había hablado de sentimientos en ningún momento, por lo que si llegaba a reclamar se sentiría tonta y patética.

Llegó al ministerio con paso firme y muy erguida como de costumbre; en el trabajo siempre tenía que demostrar profesionalismo a pesar de que su cabeza en fuera un lío. Esperaba no tener que toparse con él, de lo contrario no sabía cómo domar a la bestia que sabía estaba a punto de salir en su contra.

Tenía un montón de carpetas y documentos que firmar con urgencia, el proyecto en Australia estaba avanzando a paso rápido y no podía quedarse atrás; aunque estuviera muriendo de cansancio y tuviera horas de sueño en contra, tenía que sacar ese proyecto a flote como fuera, no podía darse el lujo de no hacerse cargo, pues era su nombre y reputación lo que estaba en juego.

Entró en su oficina con un café en la mano, la cafeína era lo único que le daba energías para despertar, pues el cansancio era más fuerte de lo que su cuerpo podía procesar.

—¡Hermione! —La voz de una de sus compañeras de trabajo interrumpió su trayectoria—¿cómo estás?

—Hola, Pam, bien gracias.

—Perdona la intromisión, dos cosas. Kingsley quería que fueras a su oficina en cuanto llegaras, otra cosa, Malfoy te estaba buscando, mencionó que era algo del proyecto Escuelas.

Maldito, desde el inicio del día se daba el lujo de pasearse en su cabeza.

—Muchas gracias, Pam—declaró asintiendo con su cabeza.

Dejó sus cosas y se dio un tiempo para beber el café que había comprado fuera del ministerio antes de ir donde su jefe. Sentía que su estómago comenzaría a sonar en medio de esa conversación; realmente estaba descuidando un poco su alimentación y su descanso, evidenciando visiblemente que tenía que darle más atención a su estado de salud; acarició su melena para peinarla un poco, pues estaba algo enmarañada, no había alcanzado a peinarla con dedicación esa mañana.