—¿Creíste estar así algún día? —preguntó y lo miré sin saber a qué se refería—. Enamorada con el mejor chico que vas a conocer.

Solté una risa por su aclaración y después pasé una mano por su mejilla ya que había levantado la cabeza para mirarme.

—No. Jamás me pasó por la mente un momento así —confesé—. Detestaba el romance, seguro a mi yo de siete años le daría un ataque de saber que me beso con alguien.

—No creo si ve al hombre tan perfecto con quien te besas —respondió con egocentrismo y puse los ojos en blanco divertida—. ¿No es verdad?

—Pues Johnny Deep te saca ventaja —respondí encogiendome de hombros haciendo que me mirara ofendido—. ¿Qué no haz visto a Johnny Deep?

—Entonces ve y cásate con él si es tan perfecto —respondió separándose del abrazo y se cruzó de brazos ofendido.

—Es un actor —respondí con obviedad pero él giro la cabeza ofendido—. Me dobla la edad.

—No, cásate con él y yo busco a Jamie Lee —respondió y lo abracé por el cuello—. No.

—Richie... —alargué—. ¿Yo no puedo bromear pero tú sí?

—Me ofendiste —reclamó girando la cabeza y yo aproveché para tomarlo de la mejilla y estampar mis labios contra los suyos.

Sentí su sorpresa porque el que daba el primer paso hasta el momento siempre era él. Lo tomé de las mejillas pegándolo más a mí y sentí sus manos ubicarse en mi cintura haciéndome avistar sobre la cama.

Me separé al sentir una de sus manos bajo mi suéter, no porque me incomodara, era porque no quería que supiera de mi nefasta y horrible cicatriz.

—¿Qué tienes? —preguntó acomodando sus manos al lado de mi cabeza—. ¿Te molestó?

—No —respondí sintiendo la parte de mi cicatriz comenzar a picar, tal vez eran los nervios de que Richie la viera.

—¿Entonces? —cuestionó acostandose a mi lado y tomé aire conteniendo mis ganas de rascarme—. Te sobresaltaste mucho.

Lo miré dudando en si decirle, en algún momento se enteraría pero yo de verdad detestaba esa larga línea que parecía una costura de Frankenstein.

—Lo que pasa es que... Tengo una cicatriz horrible, la odio con mi ser —respondí y cerré los ojos—. Me quedó porque en el accidente un vidrio se me clavó en el abdomen, pero es horrible, parece de un monstruo.

—Preciosa, no importa —aseguró tomando una de mis mejillas y junto nuestras frentes—. Entiendo, no querías que supiera de eso.

—Es que es tan horrible, de verdad —aseguré y él dejó un corto beso en mis labios—. La detesto.

—Está bien, no te gusta y lo entiendo —aseguró pasando una mano por mi cabello—. No me importa esa cosa, tú siempre serás mi preciosa.

Salté en mi lugar al oír la puerta principal ser abierta, carajo.

—¿Crees que sea Bill? —preguntó Richie y abrí los ojos alarmada.

Me levanté corriendo y cerré la puerta con llave en caso de que fuera Bill aunque era lo más obvio. Literalmente contuve la respiración al oír que intento abrir.

—¡Tn abre! —ordenó Bill y tragué saliva mirando a Richie con nervios.

—Tranquila —habló Richie acercándose a mí y apreté los labios, estaba demasiado nerviosa en ese momento.

—Por favor escondete —pedí juntando mis manos mientras Bill seguía intentando entrar.

Richie asintió y después besó mi frente para luego esconderse bajó la cama así que suspiré un poco más tranquila.

Bienvenida a Derry // Richie Tozier [✔️] Where stories live. Discover now