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𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 11

- ¿Off? - escuché una voz, apenas un susurro, me detuve, mi vista es borrosa y tuve que entrecerar los ojos para ver quién es la persona que está delante mío, pero apesar de eso, no pude distinguir quien era. - oh por Dios, estas ebrio. - una silueta borrosa se acercaba a mí y yo me aleje.

- No te acerques, ¿quien eres? - no estoy muy seguro, pero siento que mi voz no es normal, siento la garganta cerrada y apenas puedo hablar, y ni hablar de sostenerme, me siento como hule, de un lado a otro, Wii. Sentí que mi mundo da vueltas. - mira, estoy girando al rededor del mundo ¿o el mundo gira a mi al rededor? Como sea... Wiii... Uuuh..

- Off, Off, deja de dar vueltas, el único que está girando eres tú. - la voz se escucha a enojada, ¿cuál es su problema? ¿Ya no puedo divertirme? Adultos estúpidos.

- Dejame, tú no sabes nada. - al sentir su acto me aleje lo más que pude, tambaleándome. - yo.. - me apunte el pecho, y me salió un hipido. -... perdón...​Yo estoy enamorado. - dije y señale a la persona frente a mi. - y tú, no tienes lugar aquí...​Solo hay dos personas que ya ocuparon el lugar. - me golpee el pecho del lado izquierdo, justo donde esta mi corazón.

- ¿Ah si? - asentí cerrando los ojos y tratando de sostenerme. - ¿y donde esta, yo, no los veo? - bufé y patee el suelo.

- Esta en mi casa, pero peleamos, me dijo que su hijo no es mio. Tiene razón, no es mi hijo de sangre, pero lo quiero como a uno. - hipe de nuevo, la persona frente a mi dio un paso adelante, y escuche un sollozo. - ¿estas llorando?

- Lo siento, es que yo, también estoy enamorado. - dijo en un suspiro, le sonreí, o eso intente.

- Genial, creí que yo te gustaba. - me reí de mi mismo.

- Bueno, eres muy guapo, aun estando ebrio, dime, ¿quien es la persona afortunada?

- Se llama Gu-n Atthaphan Phunsa-wat y, es mayor que yo.

- ¿Enserio?​ - preguntó y yo asentí repentinas veces con los labios fruncido.

- Si, pero no importa, es él hombre más hermoso y maduro que conozco, también el duende es lindo, igual que su padre. - imágenes aparecieron en mi mente, Chimon sonriendo, los hoyuelos igual a los de Gun.

- Ya veo... ¿Quieres hablar sobre el motivo de su discusión? Tal vez te haga sentir mejor, y quizá pueda darte un consejo. Yo igual necesito uno. - no parece mala persona, es igual a mi Gun, un consejo no hará mal ¿verdad?

- Esta bien. - camine, manteniendo distancia de él, y ne sente en las escaleras de mi casa y a mi lado, el hombre. - solo quiero dejarte en claro, yo soy un hombre fiel y nunca engañaria a mi Gun.

- Esta bien, entiendo. - se rio y fue como música para mis oídos tan parecido al de Gun. - bueno, ¿dime?

- Yo solo quería ayudarlo, se que ha tenido una difícil vida, y los problemas son parte de su vida cotidiana. El día de hoy, discutimos, le grito al pequeño duende, ¿quien le grita aún niño como si fuera un adulto?

- y eso ¿te enojo?

- Claro que si, Chim Chim no tiene la culpa, yo se que no, pero si la tuviera, no tendría que haberle gritado así, es inteligente y se que duende entendería a su papi. - estuvimos en silencio unos segundos, mi vista comenzaba a ser normal, pero no del todo clara.

- Supongamos que yo soy Gun, ¿que me dirías en este instante? - lo pensé, no era muy diferente a Gun, pero mi ebriedad no me dejaba pensar muy bien, pero siento que esta persona a mi lado, es muy especial, tanto que estoy contándole mis problemas.

- Le diría que no fue mi intención abandonarlo e irme, pero tenía que pensar para no cometer una locura. Le diría que no importa por lo que esté pasando, que siempre estaré a su lado, que puede contar conmigo, y que puede confiar en mí. - mira al cielo, y suspiré, ¿estará dormido Gun?