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La rubia suspiró con cansancio, había estado limpiando la cafetería toda la tarde desde que cerraron debido a que no había mucha gente

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La rubia suspiró con cansancio, había estado limpiando la cafetería toda la tarde desde que cerraron debido a que no había mucha gente.

-¿Ya acabaste? -Cuestionó alguien asustando a la rubia.

-Ah, joder, eres tú... -Dijo mirando a Kakucho. -¿Qué haces aquí?

-Izana me mandó a recogerte. -Murmuró enderezandose. -Es aburrido verte, le diré que para la próxima venga él.

-Ni quién quiera irse contigo. -Bufó ella dejando el trapo de la cocina encima de la caja. -Ya puedes irte, me encontraré yo misma con Izana.

-Creo no me estás entendiendo, mocosa.

-Mocosa tu conciencia, soy un año mayor que tú. -Gruñó ella.

-Pues para ser mayor que yo eres una inmadura.

«-Que mi nombre es Dami, D-A-M-I, Dami. -Gruñó la fémina y eso hizo bufar al menor.

-Para ser mayor que yo, eres muy infantil. -Habló Takemichi virando los ojos. »

Dami se detuvo y miró inexpresiva a Kakucho.

-No soy inmadura, no tenemos ni la misma edad, ni la confianza como para que digas esas cosas de mi, no me conoces, así que no te dirijas de esa forma hacia mi, ¿Entiendes?

-¿Crees que me das miedo? -Cuestionó burlón.

Dami caminó hacia él, deteniéndose justo al frente, mirando hacia arriba ya que el chico era más alto que ella.

-Llevame con Izana, y luego desapareces. -Murmuró seriamente, para después caminar hacia donde tenía sus cosas, las tomó y salió del lugar.

°°°

-Oye, solo jugaba cuando dije que eres inmadura. -Habló Kakucho, pero fue completamente ignorado por la fémina. -¿Me estás escuchando?

-¿Conoces el término ignorar?

-Damelia...-

-Vete al cuerno. -Gruñó ella caminando hacia el lugar en donde se encontraría con Izana.

Kakucho vio como la fémina pasó de estar seria y algo molesta, a estar feliz al ver al moreno.

-¡Izana! -Chilló felizmente ella mientras saltaba sobre su hermano, dándole besos en la cara para molestarlo.

-¡Yaaa, déjame! ¡Me estás llenando de brillos! -Exclamó quejándose mientras bajaba a la rubia de su cuerpo.

-¡Te extrañé, regaña a tu siervo, me estuvo diciendo inmadura todo el rato!

Don't Leave Me [Tokyo Revengers] Where stories live. Discover now