Don't Leave Me [Tokyo Revengers]

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La entrada de Kisaki a la Toman, y la salida de Baji de la Toman, fue algo que nadie pudo evitar, y Dami estaba feliz por su morocho amigo, de poder dar un paso más en su plan.

—¿Y de casualidad Takemichi estaba ahí?

—Por supuesto que no, lo había visto en el estacionamiento, pero al parecer Draken le dijo que no lo querían ver ahí. —Sonrió Kisaki mientras se acomodaba el peinado de mango chupado que tenía.

—Ouh, genial, con Takemichi fuera de todo, su estúpida noviecita morirá. —Dijo emocionada, pero entonces se dió cuenta que habló de más.

—¿Qué estás diciendo?

—N-Nada, no es nada.

—Dimelo, ahora. —Exigió tomando a la fémina de las muñecas, para después acorralarla contra una pared.

—El motivo de los viajes al pasado de Takemichi, se debe a qué Hinata murió en el futuro, y él quiere evitar a toda costa que eso suceda. —Dijo haciendo su cara a un lado, sintiendo la respiración de Kisaki dando en su mejilla.

—Algo debió haber pasado, para que eso sucediera. —Dijo sin soltarla. —Investiga qué demonios pasó.

—P-Pues... supuestamente la primera vez que viajo aquí, Hina y Naoto estaban en el festival, y uno de los camiones que manejaba la Toman chocó contra un puesto en el que se encontraban ellos, y ambos murieron.

—¿Cómo que la primera vez?

—Es que... A lo que he investigado... ¿Podrías soltarme para decirte? —Dami tragó saliva, mirándolo por el rabillo del ojo, algo intimidada.

—No, ahora continúa. —El moreno apretó su agarre, pero no al punto de lastimarla.

—Cuando Takemichi cambia algo en el pasado, o sea, en éste tiempo, lo demás cambia en el futuro. P-Probablemente algo haya cambiado porque Draken no murió.

—¿Entonces Draken realmente murió en el primer futuro?

—S-Sí, justo fue eso, por eso sabía que Takemichi iba a salvarlo. La cosa es que, si el futuro cambio, Hina debió haber muerto de nuevo, de lo contrario Takemichi no estaría aquí.

—Investiga qué sucedió, por qué sucede, y todo eso. —Murmuró soltandola finalmente.

Dami se sobó las muñecas, algo adolorida pero no demasiado.

—Ella es la razón de todo lo que sucede. —Dijo Kisaki antes de desaparecer junto a Hanma, quién sólo le dio una mirada divertida a la rubia, y luego colocó su dedo índice en sus labios, en una seña de que se callara.

Dami tragó saliva y luego se fue del lugar.

°°°

Mientras tanto, Takemichi regresaba del futuro para poder detener otra situación, la pelea del Valhalla. En donde un tal Kazutora y Baji morirían.

—Debo hacer algo para evitarlo, ¿Cómo detendré a Mikey si está furioso? —Lloriqueó Takemichi.

Él siguió hablando a la nada sin darse cuenta que alguien lo escuchaba por la ventana. Dami comenzó a idealizar la situación en su cabeza.

La forma que ella usaba para poder escuchar o enterarse, es así, se queda en la ventana cuando Takemichi está en casa, y escucha todo lo que habla. O de lo contrario, ve el diario secreto de Takemichi.

Porque sí, Takemichi tiene un diario secreto ya no tan secreto.

—La pelea contra el Valhalla podría ser en algunos días, ni siquiera sabía que Baji había salido de la Toman, ¿Cómo se supone que me enteré de eso sí no me dejan acercarme a ellos? —Exclamaba abrumado y desesperado.

Eso de alguna forma hizo afligir a la rubia, le habría gustado llevarse bien con Takemichi, y quizás en éstos momentos, ella podría ayudarle en lugar de evitar que todo lo que él quiere hacer se haga.

—Pero antes debo encontrar a Dami. —Murmuró Takemichi.

La rubia se quedó cuál estatua al lado de la maceta de su madre adoptiva.

—Debe estar perdida, quién sabe si ya comió... si está bien... —Dijo Takemichi preocupado. —Voy a encontrarte Dami, y espero que me perdones por todo lo que te hice.

Pero contrario a sentirse bien, se sintió más furiosa con el rubio de ojos azules.

Dami salió del jardín con cuidado de no hacer ruido o dejar alguna de sus pertenencias, y luego se fue a la casa de los Shiba.

—¿Cómo se atrevía ese Takemichi a querer pedir perdón? Ningún jodido perdón hará que esos años de violencia desaparezcan, quizás los moretones y regaños desaparezcan, pero la maldita humillación que sentí no va a desaparecer. —Escupió con molestia.

Y ahora más que nunca estaba decidida a ser una piedra en el camino de Takemichi, no iba a permitir que sus planes salieran bien. Si Hina tenía que morir, entonces moriría.

Y entonces se le prendió el foco.

Se detuvo a medio camino, notando la calle desolada.

Hina tenía que morir... no importa si es en el futuro o en el pasado, ella moriría.

Dami sonrió como si eso fuera lo que resolvería todo.

Si Hina moría, Takemichi no podría evitar lo demás. ¿Cómo no lo pensó antes? Estaba más que claro.