—¡Eso estuvo excelente, sigan así!

Dije despegando la mirada de la ventana para ahora darle mi atención a los golpes sobre la puerta.

—¿Qué quieres?, vete de aquí —dije con fingido aburrimiento.

Me acerqué a la puerta cuando terminé de decir aquello.

—¡Estas demente, tú... sucia mujer!, ¿me escuchaste? —se notaba enojado.

Jeje.

—Dime algo que no sepa —y bostecé para hacer énfasis en lo que había dicho.

Ay, ni siquiera había sido para tanto, no entendía porque el nivel demencial de enojo que se cargaba Levi.

-¡Ya verás! —dijo dando un último golpe a la puerta antes de poder escuchar sus pasos alejándose.

Bueno, eso fue una victoria fácil, y viniendo de una batalla con Levi eso era decir bastante, lo agregaría a mi historial de batallas ganadas.

Sonreí mientras me giraba de nuevo para observar a los reclutas por la ventana.

Al parecer el primer grupo lo había logrado con éxito y ahora se disponía a bajar lentamente del árbol mientras el segundo grupo se preparaba contra el nerviosismo de la situación.

El primer recluta del segundo equipo se dispuso a subir, tomó con mucha más fuerza de la necesaria su equipo tridimensional y lo activo, pero al contrario del primer recluta en demostrar cómo subir y aterrizar, este quedó a mitad de la rama intentando subir para no caer debido a su falta de coordinación.

Ese error era muy común dentro de la legion, ya que no había forma de aprender a utilizar el equipo tridimensional más que estando aquí, y honestamente prefería que cometieran un sin fin de errores en la práctica a tener que volver con solo un pedazo de ellos en las exploraciones.

¡Vamos impúlsate, tú puedes! —le grité para alentarlo a subir.

Los reclutas dejaron de mirarlo para observarme por la ventana y después volvieron a enfocarse en el recluta que luchaba por incorporarse sobre la rama.

Unos cuantos segundos más tarde los mismos reclutas que esperaban su turno, todos ellos comenzaron a gritarle que podía hacerlo, que le faltaba poco y que ya casi lo lograba, eso mismo sirvió de aliento para aquel que se encontraba en dificultades y finalmente logró subir.

Cuando aquello sucedió todos gritaron con entusiasmo y el chico de cabello castaño sobre el árbol brincó en su sitio un par de veces, emocionado por haber librado ese obstáculo.

Los ánimos se calmaron pero el entusiasmo continuaba por lo que intuí que estarían bien por el resto de la práctica, el apoyo mutuo en la legión era algo que hacía falta aquí dentro, ya que todo nuestro panorama era demasiado oscuro como para que la vida aquí dentro también lo fuera.

Era por ello que intentaba darles la mejor práctica posible, aunque no lo pareciera y la mayoría de mis compañeros se quejaran de mis métodos poco efectivos.

Poco efectivos, y una mierda, gracias al equipo de entrenamiento con los veteranos en la legión la mayoría de los reclutas tenían una mejor preparación.

-Levihan- OneShots en EdiciónWhere stories live. Discover now