II.XV

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Abrir los ojos nunca antes había sido tan difícil para TaeHyung. Encontrarse directamente con un JungKook que lo miraba atento y después se hacía el desentendido al percatarse de que su ex novio ya estaba despierto, era algo que le traía muchos recuerdos...

Y no, no fue para nada creepy. De hecho, para el peliazul fue algo muy dulce. Quizás los recuerdos en forma de sueño lo estaban atacando con fiereza. Y eso no era muy bueno para él. Después de estar confundido, parecía que algo quería aclarar sus propios sentimientos. ¿Quizás él mismo estaba intentando liberarse de tal presión inconscientemente?

Observó el perfil del azabache, exigiendo su atención en completo silencio.

Estaban de regreso a Corea finalmente. En realidad, lo único para lo que habían salido hacia Alemania era para el evento, y ahora que por fin había concluido, TaeHyung se sentía realizado. ¡Al fin había cumplido con uno de sus más grandes sueños!

Y sí, era consciente de que no había logrado aquello solo. De hecho, estaba infinitamente agradecido con el pelinegro a su lado por haberlo ayudado el primer y el segundo día, modelando ya su crop top negro de manga larga con un dobladillo de una muy buena calidad. El color oscuro de la tela combinaba muy bien con los detalles en brillo que le había colocado meticulosamente a mano.

A JungKook no le importó si afectaba a la imagen de la empresa el aparecer así y dar la cara a ambas industrias. Lo hizo todo con tal de ayudar a su ex novio. ¿No era demasiado...?

Los jugosos y apetecibles abs de su ex novio estaban a la vista junto a aquella delgada cintura que volvía loco al diseñador estrella. Presumía perfectamente su pecho con aquel amplio cuello en forma de V, que se iba desabotonando lentamente. Cuando se dió cuenta, ya era demasiado tarde. Todos habían podido apreciar su trabajado cuerpo.

Los pantalones ajustados, las magníficas botas que había diseñado TaeHyung para él mismo y que al final le había pasado con el conjunto al señor Jeon para que modelara ese último día. La mirada afilada del mayor, combinando perfectamente con el maquillaje algo oscuro que le había puesto como sombra de ojos. Tan guapo, tan atractivo. Todo un Adonis y completo galán, digno de un Kdrama.

Simplemente impactante. Nadie se habría imaginado lo beneficioso que fue aquello. Aquel icónico outfit y el ser cercano al presidente Jeon le había abierto más puertas al peliazul de las que podría contar. Varios diseñadores famosos se acercaron a él, leyendas vivientes le pidieron colaborar algún día y evidentemente no rechazó ninguna de esas oportunidades. ¡Debía de aprovechar la pequeña fama que se había ganado nuevamente! Después de que pasara el furor de haber diseñado los trajes de superhéroes para la película más esperada del mundo, sufrió mucho y fue casi que olvidado tan solo meses después. Incluso cuando fundó su propia marca no hizo tanto ruido.

Como si fuera un milagro, nuevamente estaba en boca de todos, quienes no dejaban de hacerle saber la admiración que habían desarrollado por él y sus habilidades impecables, su conocimiento a una relativamente corta edad había influido en demasía en todo aquello que logró enseñar en el M.O.D.A Fest.

Estaba inmensamente feliz y dispuesto a esforzarse el doble para mejorar, para que al menos una de cada diez personas supiera la existencia de sus prendas de alta calidad. No descansaría hasta cumplir todos y cada uno de sus sueños que poco a poco iba completando con tanto trabajo.

--- El clima es algo frío. Deberías de tener cuidado--- murmuró Don perfecto mientras le pasaba su abrigo para que el menor se cubriera--- Úsalo, bonito.

TaeHyung lo tomó lentamente. Tenía una expresión extraña en el rostro que logró poner nervioso al bienquisto.

Quizás sus ojitos brillantes tal cual luceros perdidos en sus iris eran los culpables de que el señor Jeon no pudiera sostenerle la mirada. O quizás fue la culpa de la tímida sonrisa que le dedicó al instante.

Sugar, but not your baby (KookTae)Where stories live. Discover now