XLI (1)

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JungKook y TaeHyung eran una pareja que nadie se esperaba. Conociéndose de una manera muy espontánea y para nada especial. Dos desconocidos muy diferentes que terminaron siendo amantes en una preciosa historia. Dos jóvenes que aprendieron muchas cosas, pero no el enfrentar la distancia.

El universitario realmente odiaba estar alejado de su novio y lo demostraba todo el tiempo. Debido al Burn Out que experimentó el amor de su vida, este tenía que reposar en el departamento todo el tiempo. No hacía mucho más que visitar de vez en cuando la empresa para verificar que todo estuviera en orden. Además de trabajar desde la comodidad de su cama, pero nunca en exceso.

Llevaba una vida tranquila por el momento, a diferencia del estudiante, quien solía llegar muy estresado de la universidad una que otra vez ahora que había pasado a segundo año. Se estresaba mucho con las nuevas asignaturas y siempre solía recurrir a su novio para que lo hiciera sentir mejor.

Ese día miércoles, era uno de esos días en lo que llegaba molido y con ganas de estresar. Jodidamente enfadado de tal día tan pesado. Sí, le gustaba mucho aprender cosas nuevas sobre su carrera, sin embargo, había métodos que sinceramente le complicaban la vida. Lo más común eran las exposiciones. Él prefería mil veces trabajar y hacer tareas que escuchar a alguien hablar pobremente sobre un tema. ¡Sino se expresaban como Jeon JungKook, no deberían de abrir la boca!
Así pensaba el intenso mientras se recordaba que tenía que repasar los temas anteriormente "vistos" en casa para poder tener mejor entendimiento de lo poco que llegó a escuchar.

Cabizbajo, entró al departamento, arrastrando sus pies y buscando a su futuro esposo que seguramente estaría en la habitación principal.

El hombre efectivamente estaba ahí, escribiendo algo en su laptop con su mano derecha mientras sostenía una bebida. Seguramente algo de chocolate amargo. Ese que tanto parecía gustarle.

Como un cachorro lastimado, se metió entre las mantas de la cama, no sin antes arrojar la mochila al suelo. Retiró el portátil y lo dejó lo más lejos posible de ambos cuerpos antes de recostarse sobre el abdomen de su mayor, pidiendo atención inmediata.

El azabache observó a su universitario favorito en silencio y las comisuras de sus labios se elevaron inmediatamente. JungKook parecía alguien frío a simple vista, mas demostraba todo lo contrario con su prometido.

Deslizó sus dedos por el rostro ajeno antes de tomar su delgado cuerpo y atraerlo más hasta él.

--- ¿Nombre?--- inquirió. Verlo desanimado era algo que odiaba, y el hecho de que esos días se la viviera de ese modo, era algo que no podía permitir. Se suponía que debía disfrutar el haber cambiado de grado en la facultad, sin embargo, llegaba muy decepcionado y adorado mentalmente.

TaeHyung cerró sus ojitos y negó. ¡Ni de broma expondría a los profesores horribles que le daban clases! Debían de tener algo bueno, ¿No? Suponía que por ello estaban ahí... No podía permitir que su entrometido y multimillonario novio interviniera y los echara a patadas para seguro conseguirle profesionales que le garantizarían un buen proceso de enseñanza-aprendizaje durante todo el ciclo escolar.

--- ¿No quieres hablar?, ¿Debería de hacer algo?--- el presidente no quería molestarlo, tan solo quería hacerlo sentir mejor, así que tomó una de las manos ajenas y dejó un corto beso en su muñeca--- lo has hecho bastante bien. Eres bueno soportando esa clase de situaciones, osito. No dejes que te siga afectando tanto--- acarició la cintura ajena antes de continuar--- ¿Quieres ir con tus amigos a las aguas termales en Japón este fin de semana?, ¿Necesitas ir a Europa? Pídeme lo que quieras.

JungKook normalmente ofrecía las cosas con suma sinceridad, sin planes de por medio. Todo lo que tenía en las manos inmediatamente lo quería para su prometido sin esperar nada a cambio. No necesitaba dinero para sí mismo. No aceptaría nada más que amor del otro.

Sugar, but not your baby (KookTae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora