BETA - Meanie/Jicheol

Wonwoo

Pesadilla : Un sueño desagradable que produce ansiedad, dolor ... terror. La última palabra me hizo despertar.
Cuando abrí mis ojos me encontré respirando de forma entrecortada y el cabello pegado a mi frente por el sudor. Mingyu tenía su mano en mi abdomen.

- Fue solo un sueño.- Y a pesar de que era así me senti con un mal sabor de boca dejándome sin ganas de seguir durmiendo.

Tome mi celular de la mesa y veo que apenas son las cuatro de la mañana. Dentro de unas horas Mingyu se iba a despertar e ir trabajar. Alejo su mano y me levanto de la cama yendo al baño. En cuanto pongo un pie en el suelo siento un leve calambre en mi cuerpo. Jay se empieza a mover, y cuando se detiene el malestar se va.

- ¿Tú tampoco puedes dormir? - Poso mi mano en mi vientre y siento más movimientos.- Espera un poco más, muy pronto estarás fuera y podrás estirarte, moverte y patear todo lo que quieras.- A veces pensaba que era dificil para un bebé alfa estar en el vientre de un beta.

A las seis de la mañana se levantó Mingyu de la cama encontrándome en el sofá mientras leía.

- ¿Mala noche? - Fue su pregunta a mis ojeras.- ¿Fue Jay?

- Esta vez fue una pesadilla.- Besa mi frente y se sienta aun lado de mí.

- ¿Qué fue?

- Un sueño en donde no te podía encontrar, No importaba donde buscara o que tanto te gritara, no estabas.- Su sonrisa burlona me hizo enojar. Aun me sentía irritado y preocupado por aquel sueño.

- No hay forma de que eso pase. Nunca me alejare de tú lado.- Cuando se levantó y vi su espalda , en cierta forma me puso nervioso.

- Gyu.- Lo llame . Él me miro con una enorme sonrisa . - Hoy no iré a la universidad . Me he sentido un poco mal.- Regresó rápido , hincándose a mi lado.

- ¿Quieres que me quede contigo? -Toma mi mano y yo la sostengo con fuerza .

- Pero papá te ha dicho que hoy iba a ser una semana muy pesada debido a que recibirían nuevos supresores.

- Entenderá si se trata de su primer nieto.- Los ojos llenos de amor de Min siempre llevaban a calmarme. El acompañamiento de su sonrisa me hacía sonreír.- ¿Y ahora en que piensas? - Niego con la cabeza besando ligeramente su mano que tocaba mi mejilla . ¿Él iba a estar bien ,verdad? Ambos lo íbamos a estar.

Después de todo fue solo un sueño.

- Debes ir. Nosotros dos estaremos bien.

- No estoy muy convencido.

- Le diré a Jeonghan que venga a acompañarme.

- Está bien.- Parecía resignado combinado con preocupación.

Cuando lo vi pasar por la puerta del departamento sentí un ataque de taquicardia. No podía estar tranquilo, mucho menos por el hecho que mi abdomen empezaba a contraerse.

- Que demonios está pasando.- Me senti ridículo llamando a Jeonghan en vez de a Mingyu.

- ¿En cuánto tiempo llegas? - Me agarre de la pequeña mesa de la cocina tratando de recuperar el equilibrio.

- Oyes tu voz se escucha ... ¿Estas bien?

No estaba bien, y tampoco Mingyu. Deje el teléfono en la mesa y camine con dificultad hacia afuera, probablemente alcanzaría a Mingyu si bajaba. Mis pasos eran lentos, no sé cuándo había empezado a sudar. Fue entonces que lo vi.

- ... Gyu.- Con dificultad me logre acercar, pero el que estaba ahí de pie ya no era mi Mingyu.

- Que ... me ... hiciste.- Le preguntaba al chico que sostenía una jeringa vacía.

- Tienes que entrar en razón, y la única forma de que lo hagas es que tu lobo me marque a mí como tu omega.

- ¿Mingyu? - Lo llame y de inmediato sus ojos rojos se posaron en mi persona.

- ¡Aléjate , no quiero lastimarte! - Parecía fuera de sí, sus ojos rojos me miraban con tanto dolor. Extendi mis brazos.

- confió en ti Gyu, sé que nunca me harías daño. Ven a mi cariño.- No sé lo que era esa cosa que le puso el maldito omega desquiciado, pero Mingyu no parecía él conforme se acercaba a mí. El dolor que empezaba a sentir yo, también era cada vez más fuerte. No me quedo más que recargarme en la pared esperando a que Mingyu regresara a mí.- Cariño , vamos a casa.

- ¡Mingyu no es tuyo! - La voz del chico hizo alterar a Mingyu. Fue cuando vi que ya no era él, mucho menos su lobo.

Mingyu había perdido todo su control. Cuando lo vi correr hacia el chico camine hacia él con dificultad.

- ¡ Mingyu , no !