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- ¿Por qué dejaste de tocar?- El aroma de wafles inundaba el lugar. Fuerte y excitante. Me estaba desgarrando la garganta.- ¿Te pasa algo?- No queria mostrarle a Wonwoo que el color de mis ojos había cambiado. El estúpido aroma me habia perforado dejando asomarse a mi alfa. Me alejo de la puerta y camino a otra dirección, necesitaba salir.
- Olvide algo, enseguida vuelvo.- Salgo despavorido entrando a los primeros baños que encuentro. Empiezo a respirar hondo, calmando a mi alfa.- Sé que está cerca, tranquilizate maldición.- El tocar de la puerta me obliga a despabilarme.
- Soy yo, te vi entrar aqui. Bueno, tu aroma me llevo hasta aqui.- Eso dijo él pero, ¡Por qué ahora yo no sentía el de él! - Déjame verte, quiero conocer el otro lado de mi.
-Yo no quiero conocerte.- Eso dije pero, ¿Por qué mis manos estaban ansiosas por abrir?
- Sé que tienes familia. Acabo de encontrarme con tu pareja.- Sus palabras hicieron que mi lado protector apareciera, obligándome a salir. Abrí la puerta de golpe y lo empuje haciéndolo caer.
- ¡No te atrevas a tocarlos!- Esa fue la primera vez que nos encontramos y descubri que..mi mundo cambiaria.
- Min, ¿sucede algo?- La voz de Wonwoo me hace mirarlo en la entrada del baño. Al tenerlos a los dos enfrente de mí me di cuenta que mi corazón estaba partido a la mitad. Una parte le pertenecía a Wonwoo, y la otra, me la acababa de robar el joven que me veia con necesidad.
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