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Ver a Wonwoo era.. imposible.
Incluso cuando llegaba al departamento él no estaba ahi.
Marco a su número y al tercer tono me contesta.
- ¿Dónde estás?
- En biblioteca.- Miro mi reloj. No sabía si creerle.
- ¿A las 10 de la noche? Deja de mentir y dime donde estas.
- ¡Esta en la biblioteca hombre testarudo!- Esa era la voz de Jeonghan.
- ¿Qué hacen a estas horas ahí?- Tomó las llaves de mi auto saliendo del departamento.
- Estamos en finales, ¿tú no?-
-Claro que lo estoy, pero no por eso me quedo tan tarde en la universidad.
-Bueno eso es porque no tienes al profesor de contaduría que nosotros tenemos.
- Es tu culpa por estudiar esa especialidad.- Enciendo el auto dejando mi celular en altavoz en el asiento del copiloto.- ¿Cenaste?
- He tenido muchas nauseas.
- ¿Qué paso con las galletas que te compre en el almuerzo?
- Se las comió Jeonghan.
Chasque mi lengua. Ya de por si era imposible hacerlo comer por el malestar del embarazo. - Dile a Jeonghan que busque su propia comida. O mejor que se la pida a Joshua.
- iTe escuche! ¡Y para tu información él me las dio!
- iDebiste haberte negado!
- Ustedes dos, dejen de discutir.- Fue lo último que dijo Wonwoo con un tono cansado.
- Wonu, estás en tu sexto mes. Ten algo de consideración con el bebé.
- Y la tengo, pero él no quiere ceder, todo lo que le doy me obliga a devolverlo. Es por eso que ahora estamos en guerra.- No puedo evitar reír por su decisión
- ¿Quién crees que gane?- Llego al estacionamiento de la universidad. Cuando ingreso al edificio era espeluznante, la mayoría del lugar se encontraba oscuro.
- ÉL. Estoy empezando a tener hambre.- Cuando llegue a la biblioteca mis ojos se llenaron de amor frente aquel ser que estaba tocando su abultado abdomen. -¿Puedes hacer algo de comida para mí? Terminare rápido para ir a casa.- Me gustaba cuando llamaba a nuestro departamento, casa.
- No creo que pueda.- Término el espacio que había entre nosotros. Lo abrazo por la espalda besando su coronilla.- Pero una vez que lleguemos a casa puedes darte un baño relajante mientras yo preparo la cena. Su sonrisa hizo que mis extremidades cosquillaran.
- Eso suena bien.
- Antes de que se vayan llévenme a mi casa.- Quería seguir fingiendo que Jeonghan no estaba aquí.
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