La villana es una estrella de cine

Capítulo 11: Conociendo a Luo Luo

Cuando Nanny Yu llegó junto a Luo Luo, volvió la cabeza y vio a la niña tendida frente a la valla publicitaria. De repente, ella entendió todo lo que pasó.

Su cuero cabelludo se entumeció y se apresuró a levantar al niño.

En ese momento, la niña fue levantada por su compañero antes de gritar: "¡Quién tiró la cáscara de plátano!"

Pero nadie respondió, así que se volvió hacia el cajero en el mostrador y le preguntó: "¿Lo tiraste? Esta área de administración es parte de su tienda. Acabo de tropezar con una cáscara de plátano aquí, ¿no debería ser tu responsabilidad? ¿Dónde está tu gerente?

La dependienta no quería que la arrastraran al barro, pero tampoco esperaba que el fuego fuera dirigido hacia ella. Entonces ella respondió apresuradamente: "¡Había un niño de unos tres años, lo tiró!"

En este momento, Luo Luo rápidamente cubrió su pequeña boca; sus mejillas se hincharon por la tensión y sus ojos se agrandaron.

Justo a tiempo, la atención de la multitud se desplazó rápidamente hacia la valla publicitaria. Descubrieron que un niño realmente se escondía justo detrás del cartel.

Una de las niñas notó una mancha de plátano en la mejilla del niño. Inmediatamente señaló con un dedo acusador al niño: "¡Es él! ¡Lo hizo, ya ves que ni siquiera ha terminado de comer su plátano!

De repente, la multitud miró y dirigió sus miradas a la niñera.

La chica de rojo espetó enojada: "¿Cómo criaste a tu hijo para que fuera así? ¡En realidad tiró una cáscara de plátano! ¡Me caí por eso, así que te disculpas! ¡Además, ven conmigo a pagar mis facturas médicas!"

Nanny Yu nunca antes se había encontrado en una situación como esta. Cuando notó que todos la miraban, no pudo evitar entrar en pánico y decir: "¡Lo siento, lo siento! Mi hijo no entiende lo que está haciendo, pero niña, ¿no estás bien?

"¿Quién dijo que estaba bien? ¿Sabes cuánto cuesta este vestido? Y me duele el tobillo...tengo una actuación mañana–" Dijo la chica mientras se cubría la pierna. "De todos modos, vienes conmigo a pagar los gastos médicos, y este niño, ¡tienes que disculparte!"

Nanny Yu miró alrededor del supermercado, pero Qiao Moyu aún no había regresado. Estaba perdida mientras sostenía a Luo Luo entre sus brazos.

En ese momento, el niño abrió la boca. Habiendo terminado su plátano, miró directamente a la niña, y con su carita seria y enojada, replicó: "¡Eres una mala persona! no estaba equivocado ¡No me disculparé!"

"¡Ja! ¡Mira a este niño!" dijo la chica de rojo. Corrió y agarró al niño de los brazos de la niñera: "¡Ayudaré a tus padres a educar a un niño malo como tú! ¡Tendrán que agradecerme por ello!

Cuando la Sra. Yu vio que la mujer estaba a punto de llevarse al niño, su expresión cambió y gritó con urgencia: "¡Alguien está secuestrando a un niño!"

Ye Peicheng, que rara vez va de compras, pasó por el supermercado para comprar algo desde que terminó la filmación de esta mañana. Cuando escuchó a alguien gritar 'secuestrando a un niño', se acercó de inmediato.

Como llevaba un sombrero con la cabeza baja, nadie pudo reconocerlo. Pero justo cuando se apresuró en esta dirección, alguien lo notó y exclamó: "Oh, Dios mío, ¿era Ye Peicheng?"

"¡Ese realmente fue el Emperador del Cine Ye!"

"¡Guau, guau, no esperaba ver al Emperador Ye aquí!"

De repente, la multitud miró por encima de la conmoción. Justo ahora, el comportamiento duro de la arrogante chica de bata roja se transformó en una expresión amable y encantadora. Le guiñó un ojo a Ye Peicheng y sonrió dulcemente.