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— Bien le haré algunas pruebas pero claramente por lo que veo acá, es una virosis que se ha aprovechado de la falta de vitaminas y energía que tiene Pao, su salud por el momento es muy frágil y cualquier resfriado que agarre es mortal, por lo que escuche la mojaron y agarro aire ¿cierto?.

— S-si, le dimos un baño con agua calentita tan pronto llegamos a casa pero al parecer no funcionó.— dijo Daniel

— Puede que tenga un cuadro anémico, ¿han estado dándole las vitaminas que le recete correctamente?, ¿han seguido bien la dieta?.

— S-si las toma todas las mañanas — contestó Felipe, y come bien todo, q excepción de muy pocas verduras,

— Bien, podrian llevarla a la camilla que esta por allá — ordeno mientras señalaba la camilla.

— Si no hay problema— ambos se  levantaron de sus asientos y se dirigieron a la susodicha camilla, Daniel dejó sentada ahí a Paola y le daba el paso a María colocándose al lado de su novio.

— Bueno princesita voy a escuchar tu corazoncito esta bien, Dani ayudame a descubrir su pecho.
Al escuchar eso Paola se sonrojo potentemente, ¿acaso María la vería únicamente con el pañal como prenda?, se tensó al escuchar como Daniel accedia y aún más cuando sintió como apartaba la unica manta que traía puesta y como desabrochaba lo que parecía ser una pijama enteriza.

La niña apartó la mirada frenéticamente de cualquiera de los adultos como si eso pudiera bajar la vergüenza, no sabía si portaba el abultado pañal que se notaba a kilómetros de distancia o un discreto pull ups, cualquiera de las opciones era humillante ser vista con uno.

Sintió aquel aparato como hielo puro contra su pecho, mientras ella escuchaba su respiración atentamente. fijo su mirada a la área de juegos a unos cuantos pasos de ellos, eso sin duda era más interesante que los profundos ojos examinadores de María.

—Bueno parece que todo esta en orden por aqui, su garganta es la que esta algo inflamada y un tanto inchada, ¿acaso Estado tosiendo?.

Ninguno de los dos hombres supo que responder, si que Paola había tosido un par de veces pero estaban seguros que lo que provocaba la inflamación habían sido los gritos de hace rato cuando despertó de sus pesadillas, tema que se habían olvidado de mensionar y por la cara asustada de su bebé no planeaban hacerlo. Al menos no frente a ella o en ese momento.

—Ahh... S-si a estado tosiendo un par de veces — contestó Felipe nervioso.

— Bien como veo las vitaminas no están funcionando del todo correcto así que tomaré una muestra de sangre para ver como esta reaccionando su cuerpo. Y le recetaré un par de medicamentos para la fiebre y malestar... Oh y también le tendré que aplicar una ampoyeta para bajar la irritación e inflamación de su garganta.

Mierda.

No había cosa que más detestara Paola de los hospitales y doctores que fueran las inyeccines, las detestaba y le causaban pavor, al escuchar que no sólo obtendría uno si no que dos hizo que sus ojos se cristalizaran, cada vez que hiba a vacunarse acababa llorando como si hubiera escuchado la peor noticia en su vida, cada que se enfermaba le rogaba a su madre que le diera pastillas o jarabe porque detestaba ser inyectada.

Miro suplicante a Daniel quien la tomó en brazos y arrullo tratando de tranquilizarla, no sabía en que momento las lágrimas por las cuales había luchado por que no salieran de sus ojos, ahora caían de ellos cual cascada.

— Ya bebita, solo será un piquetito de mosquito no pasa nada— decía mientras la movía de un lado a otro tratando de parar su llanto. Como odiaba esa mentira, Se la habían dicho más de mil veces pero nunca era cierta.
No paro de llorar, al contrario sollozos comenzaron a salir de sus labios seguidos de pequeños hipidos, como odiaba llorar por cosas tan simples como una inyección.

una little inusual [EDITANDO]Where stories live. Discover now