Un beso bajo las estrellas ©✓

★CAPÍTULO 40

"Ella ama las tormentas
eléctricas, porque eso
le demuestra que incluso el cielo
pierde el control a veces" —Ron Israel.

ESTELA TESSIER

No sabía si le había dado mala impresión, o estaba en un estado de shock, pero Hades ni siquiera levantó sus brazos para devolverme el abrazo. Pensé en alejarme, tal vez le incomodaba y pensaba que yo sólo lo buscaba para algo en específico. Quise que la tierra me tragara, hasta que una de sus manos subió recorriendo mi espalda, para llegar a mi cabeza y acariciar mi cabello como si fuera lo más preciado.

Ahí quise quedarme más.

Más con él.

—No me siento yo, Hades.

Y se quedó callado, ¿Cómo podría responder una pregunta a la que ni yo misma tenía la respuesta?

—Me siento diferente.

Hades me abrazó tal cual siempre lo hacía, rodeó mi cintura con sus brazos y con ese movimiento, refugié mi rostro en su cuello.

—Odio ese lado de mí tan cobarde que no me permite darte las explicaciones que mereces.

—No me debes explicaciones de nada.

—Claro qué sí…

—No hay por qué darme explicaciones de algo en lo que no estuve implicado.

Él no lo entendía. Definitivamente no lo comprendía.

Corté el abrazó y seguido a eso, di unos cuantos pasos atrás, mostrando ante él mis ojos hinchados y amenazados por lágrimas. Me sentía tan vulnerable y confundida, pero a la vez ahogada en algo que le estaba dando tantas vueltas en mi cabeza.

—Disculpa.

—No voy a aceptar tus disculpas. No hay nada de qué disculparse.

Incliné mi cabeza a la derecha, chupando mi labio inferior. Él portaba esa expresión de no entender la situación, pensé que había sido clara.

—Deja de ser tan bueno, Hades.

—Solo digo la verdad.

Arrugué mis cejas y él trató de acercarse.

—¿Por qué no ves mis errores?

—Estela, deja de…

—¡Por qué estás enamorado de mí! —mi voz se quebró con el chillido y las lágrimas comenzaron a fluir—. Hades, no soy cómo tú piensas, no soy cómo era hace unos meses. Tengo mil defectos, y a eso súmale los problemas psicológicos, ¿Por qué no lo ves? —Mi pecho subía y bajaba por la respiración alterada, llegando a un punto que empecé a balbucear, me estaba quedando sin aire—. Me siento tan presionada por qué una parte de mí se siente culpable por no poder tener algo serio contigo, y siento que hice algo malo cada vez que recuerdo las veces que nos besamos, que te dije "te quiero". ¿Por qué no ves qué estoy tan mal?

Hades se acercó y tomó mis manos cuando yo las llevé a mi rostro para taparlo. No podía dejar de llorar ni aunque lo intentara, ¿Por qué lloraba tanto? ¿Qué estaba mal en mí?

¿Por qué yo era así?

Mis ojos se cruzaron con los suyos al él levantar mi mentón con una de sus manos, mientras que con la otra acariciaba mi mejilla derecha. Hades apretó sus labios, sus mejillas se sonrojaron y el húmedo que llenó sus ojos los hizo brillar un poco más.

—¿Cómo puedes tener el corazón tan grande para amar a alguien que no se quiere a sí misma?

No obtuve respuesta, sólo un acercamiento más.