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Chaeyoung era conocida por ser un tanto ambiciosa y compulsiva, pero también alguien muy gentil, que esos comportamientos recurrentes eran por la dura vida que había empezado con tan solo 13 años; chicos y chicas que solo andaban con ella por su cuerpo.

Por eso a la edad de 14 años escribió en su diario, la noche que terminó Joohyun; su amor más grande de ese momento, la persona que la llevó al cielo y la hundió en el infierno al romperle el corazón, una pequeña lista de requerimientos para sus siguientes parejas.

La primera regla era la más importante para ella, sino, qué caso tendrían las demás.

Secundaria, segundo año.

Un papel hecho bolita que cayó en su mesa banco llamó su atención, pero estaba más preocupada pensado en su relación con Joohyun que Chaeyoung simplemente se levantó a tirarlo.

Lisa veía algo entristecida aquello.

En otro día pasó igual, esta vez Chaeyoung se animó a abrirlo.

❝ ¿Quieres salir conmigo?  LS♡  ❞

Chaeyoung con una sonrisa se giró a verla, con esas iniciales sabía de quién se trataba.

—Haz fila —dijo en un tono seco y arrogante.

La pequeña sonrisa que Lisa tenía cuando vió que Chaeyoung se giraba fue borrada con las palabras de la más alta.

Chaeyoung no quiso saber de más amores de secundaria hasta cuarto año.

Lisa lleva toda la secundaria enamorada de Chaeyoung, ¿quién no? Lo único malo era que hablarle tenía que ser cuando Chaeyoung estuviera libre, o sea, casi que nunca.

Clases de ballet, canto, piano, guitarra, matemáticas, de idiomas, dar tutorías de inglés y prepararse para la universidad le comían todo su tiempo. Su madre casi no estaba con ella también por su trabajo.

—¿Qué piensas hacer entonces, Li? —preguntó Jennie mientras comía de su almuerzo.

—Estaba pensado en meterme con ella a tutorías, tal vez así sea más fácil —suspiró. Giró su cabeza hacia donde estaba ella, sentada en una mesa sola, con gente molestándola a su alrededor, dándole cartas y dulces, pero para ella eran la muestra de amor que tanto pedía.

Le gustaba ser amada. Y amaba muy pronto.

El error que tuvo con todos sus ex. Pero dejó de serlo después de lo de Joohyun.

Tenía a todos haciendo fila, tomando turno cada que hablaban con ella, y en esa fila se encontraba Lisa. Solo le estaban haciendo perder su tiempo, si no eras su tipo da la vuelta y cállate.

Lisa sabía amar, solo tuvo una novia; Minnie, en primaria. Tal vez porque solo eran unas niñas, ni ella sabía, pero se amaban muy bonito, se querían.

Eso se fue al carajo cuando Lisa vino a Nueva Zelanda, dejando a Minnie.

—¿Y? ¿Cuándo le dirás? —Jennie alzó sus cejas, dándole la última mordida a su sandwich.

—En la salida, ahorita está "ocupada" —con sus dedos hizo la expresión de comillas.

Con ocupada se refería a aceptar los regalos de desconocidos.

Chaeyoung aún no superaba a Joohyun, menos si aún la seguía viendo los cinco días de la semana tomada de la mano de Seulgi, su nueva novia. También menor que ella, Joohyun tenía una leve preferencia por las que eran menores que ella. Cómo olvidarlo, salió con ella teniendo 13 mientras que Joohyun tenía 15.

Aún con el tiempo Chaeyoung siguió también con sus gustos por mujeres mayores que ella, otra cosa más por la que no aceptaba a Lisa al ser de su misma edad. Se sentía bien al estar en brazos de una mujer mayor y ser llamada por apodos bonitos. Si se trataba de chicos prefería menores que ella, solo un año, tampoco abusaba, sentía bien al consentirlos todo el día con apodos bonitos y detalles.

¿Mommy Issues tal vez? Quién sabe, no prestaba importancia.

...

Lisa corría para alcanzar a Chaeyoung antes de entrar al auto.

—¡Park! —gritaba al mismo tiempo que corría.

La nombrada se giró y vió a Lisa llegar mientras tomaba aire.

—¡Manoban! Tiempo sin verte —sonrió.

Lisa frunció los labios, acaban de tomar su última clase juntas.

—Eh, sí. Como sea —negó—, ¿aún das tutorías? —preguntó algo nerviosa, parándose de puntas repetidas veces esperando por una respuesta.

Chaeyoung antes de hablar metió su mochila al auto y sacó una agenda junto con un lapicero.

—Sí, sigo impartiendo tutorías... Creo que ahora no tengo ningún alumno, así que... ¡Sí! Tengo libre, ¿estás libre para hoy a las siete? —su mirada fue hacia Lisa, su sonrisa característica mareó a Lisa.

—¡Sí! ¡Claro que sí! —respondió con un leve sonrojó en sus mejillas, calmándose un poco al escuchar su tono de emoción.

—Perfecto —escribió algo en la hoja y seguido fue a la parte trasera de su agenda, sacando una tarjetita—... La dirección de mi casa, nos vemos ahí —le dió una última sonrisa y se despidió agitando levemente su mano derecha.

No fue tan difícil como Lisa esperaba.

high school sweethearts | chaelisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora